martes, 19 de marzo de 2019

Marzo [CR-31]

El nombre proviene del latín ‘Martius’, que era como se conocía al primer mes del antiguo calendario romano, que contaba con tan solo diez (10), y que llevaba en honor al dios romano de la guerra, el fiero ‘Mars’.
Una asociación nada inocente ésta, ya que era precisamente en este mes cuando se iniciaban las campañas bélicas, aprovechando la bonanza climática de la inminente estación, astronómica y meteorológica, de la primavera.
En la actualidad, desde el año 153 a. C. y por motivos que no vamos a repetir, marzo ocupa el tercer lugar en el calendario gregoriano, contiene treintaiún días, y es el mes en que tiene lugar, alrededor del día 21, uno de los dos equinoccios del año. En este caso, el equinoccio de marzo.
Que en el hemisferio norte o septentrional da inicio a la estación de la primavera, por lo que también se le conoce como equinoccio primaveral o vernal, pero que en el hemisferio sur o meridional da comienzo al otoño, por lo que también se le conoce como equinoccio otoñal. Así que mejor llamarlo equinoccio de marzo y no dar lugar a confusión.
En cualquier caso, estamos ante una de las cuatro (4) situaciones astronómicas, que no meteorológicas, relacionadas con la posición relativa del planeta Tierra y la estrella Sol, que nos marcan los cambios de estaciones y denominamos equinoccios y solsticios respectivamente, existiendo dos de cada una.
En otro orden de asuntos, ni que decir tiene que el nombre del mes también guarda relación con el planeta homónimo Marte. Su rojo color, tan relacionado con la sangre, hizo que se le considerara desde tiempos antiguos como un símbolo del dios de la guerra. De hecho, incluso, en el campo de la astronomía, en no pocas ocasiones se hace referencia a él como el ‘Planeta Rojo’.
En orden de proximidad al Sol es el cuarto (4º) de nuestro sistema y forma parte de los llamados telúricos o de naturaleza rocosa como la Tierra. Si bien, de los planetas interiores -junto a Mercurio, Venus y Tierra-, es el más alejado y, en muchos aspectos, el más parecido al nuestro.
Ya que estamos, no podemos dejar sin apuntar que, al igual que ocurre con el mes, nuestro segundo día de la semana, también le debe el nombre al dios de la guerra ‘Mars’. En realidad, dichos nombres provienen de los siete (7) objetos celestes móviles en el firmamento, que ya los antiguos mesopotámicos veían a simple vista, a saber: Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno y Sol.
Como es evidente, no todos estos cuerpos son lo que hoy conocemos como planetas (“errantes”), ya que también hay una estrella y un satélite. Nuestra estrella y nuestro satélite, que son únicos para nosotros. ‘Uno es número, pero no hace número’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] Esta entrada apareció publicada el 01 de marzo de 2019, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer.



1 comentario :

Antonio Mendoza dijo...

¿Qué opina de la cara de Marte? ¿realidad o leyenda? Espero con interés su respuesta