La suya ha sido una larga y fructífera vida desde que en noviembre de 1963 fuera inaugurado y, hace algo más de un mes, en diciembre del 2020, primer año COVID-19, se tomara la decisión de desmantelarlo definitivamente.
Casi seis décadas de funcionamiento de este radiotelescopio que fue, con sus 305 m de diámetro y en su momento, el más grande del mundo de plato único, esférico e inmóvil, uno sobre el que estaba suspendido mediante cables su componente fundamental, una plataforma con instrumental científico de 900 t de masa.