(Continuación)
Un vínculo les decía, sobre el que se puede pensar que está traído por los pelos pero que, basta
examinarlo con algo de detenimiento, para percatarse de que tienen bastantes
puntos en común. De hecho, les traigo hasta tres (3) concurrencias.
Empezando
por sus fechas de nacimiento como sucedidos a escala mundial, me refiero al
villancico ¡Stille Nacht!
¡Heiligen Nacht! y a la novela Frankenstein.
Veamos.
1818.
Interpretación y publicación
De ¡Stille Nacht! ¡Heiligen Nacht!, ya comentamos que nació de forma pública el 24 de diciembre de 1818, cuando fue
cantada en la ‘misa del gallo’ por su letrista, el sacerdote Joseph Mohr (1792-1848), acompañado de
un coro, y teniendo como único instrumento una guitarra tocada por el compositor
de la melodía, el maestro escuela y organista Franz Xaver Gruber (1786-1863).
1818, que es el mismo año en el
que solo unos meses antes (1 de enero u 11 de marzo, hay discrepancias sobre la
fecha exacta de la primera edición), era publicada por la editorial londinense Lackington & Co, la obra literaria Frankenstein o el moderno Prometeo, de la escritora
inglesa Mary Shelley (1797-1851).
Me refiero, como es probable que
sepa, a la segunda de las tres ediciones que tuvo la obra: la original de 1817,
la más descarnada y dura; la modificada de 1818 con la ayuda de Percy Shelley; y la reescrita en 1831
por Mary.
¿A que es buena la conexión? Pues
lo mejor es que no se quedan aquí las coincidencias a lo largo del tiempo, ya
que también hay similitud en el año en el que fueron escritas, tanto la letra
del villancico, como el original de la novela. Me refiero a 1816, es la segunda
de las concurrencias, y empiezo por el villancico.
1816. El ‘Año sin verano’ y ¡Stille Nacht!
La génesis de la composición
musical empieza con el poema de título ¡Stille
Nacht!, que a finales de 1816 escribió el sacerdote Joseph Mohr, por entonces destinado en la iglesia de San Nicolás. Justo
al año siguiente, 1817, sería trasladado a Oberndorf, lugar de la primera
interpretación.
Un poema que originalmente estaba
compuesto de seis (6) estrofas, de las que hoy solo se cantan tres (3), y que
compuso en las postrimerías de lo que se conoce como el año sin verano, debido a un severo y anómalo mal tiempo que
destruyó cosechas y propagó el hambre y la miseria por medio mundo.
Y
que en Europa central vino a agravar aún más, la inseguridad sociopolítica y
las penurias que ya habían dejado las guerras napoleónicas (1792-1815). De ahí
que Mohr, que había nacido y crecido en medio de la guerra, plasmara en el
texto de su poema, un profundo deseo de paz, esperanza y consuelo. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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