(Continuación) Por ejemplo, para la simple tristeza otoñal
nos vendrá bien practicar deporte, dado que los ejercicios aeróbicos nos darán
un buen chute de endorfinas contra
la ansiedad y la tristeza. O cuidar la dieta, pues la reducción de dulces nos
evitará el efecto rebote por el subidón que producen.
También la luminosidad. Hay
que buscar la luz del día, salir al exterior aunque esté nublado. O controlar
el estrés, para lo que hay técnicas como el mindfulness, el yoga o la RTI (tipo
de respiración que sirve para modificar emociones), que nos harán sentir mejor.
Claro que también nos
favorecerá mantener el ritmo circadiano,
tener bien en hora nuestro reloj biológico. Debemos evitar acostarnos tarde o
quedarnos en la cama hasta bien entrada la mañana, pues está comprobado que la
luz del día, sobre todo a primera hora, nos ayuda a tener ritmos más adecuados
y coherentes.
Y por supuesto socializarnos.
Amigos y conocidos son dos magníficos agentes terapéuticos que nos obligan a
salir de nuestro ensimismamiento y nos ayudan a abrirnos a la vida.
Remedios para el transtorno
Pero si la
melancolía se instala en nuestra vida y no nos abandona convirtiéndose en un
problema, entonces habrá que ponerse en mano de profesionales para abordar este
trastorno, y en ese caso una combinación de terapias (fototerapia y psicoterapia) y ciertos
fármacos (farmacoterapia) es la vía
de tratamiento adecuada.
Si el salir para que le dé el sol no es posible, lo puede sustituir por quince
minutos (15 min) expuesto a una lámpara de luz brillante de diez mil lux (10 000
lx). La psicoterapia nos ayudará no sólo a abordar los pensamientos negativos,
también a estimular conductas proactivas para la curación. Y por su parte los
antidepresivos equilibrarán los niveles de serotonina.
Pero bueno, si no es grave y en una tarde de otoño la lluvia nos
mantiene en casa y la tristeza nos invade, podemos hacer una lista de aquellas
cosas que nos gusta y ponerlas en práctica. Por ejemplo, leer o escuchar música,
ya conocen la cita del francés Victor Hugo: “La melancolía es la
felicidad de estar triste”.
Y sobre todo no confunda la tristeza, una emoción básica ante situaciones negativas, con la depresión, una enfermedad en la que hay tristeza patológica, intensa y más duradera, asociada a otros síntomas.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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