lunes, 17 de diciembre de 2018

Reanimación cardiorrespiratoria y música (1)

    No es la primera vez que viene a esta tribuna bloguera la técnica de reanimación cardiorrespiratoria (RCR), también conocida como reanimación cardiopulmonar (RCP), consistente en un conjunto de maniobras destinadas a asegurar la oxigenación de los órganos vitales, cuando la circulación de la sangre de una persona se detiene de forma súbita.
    En esa ocasión les escribí algo, tanto sobre la propia técnica en sí, un aprendizaje que todos deberíamos saber realizar ya que puede salvar vidas, como sobre la historia del muñeco con la que se practica y, por supuesto, el origen de su cara, la del muñeco. Una historia bien conocida por muchos que, sin embargo, tiene una intrahistoria que no lo es tanto ni por tantos.
    Si lo desean ahora, y aunque hay otras más, en las entradas de 2013 El beso de la vida (1) y El beso de la vida (y 2) pueden encontrar la información correspondiente. Pero si no es el caso, y prefieren continuar, les comento un vínculo interesante y curioso entre la aplicación de la técnica de reanimación y la música.
    Una nueva confluencia de Ciencia y Arte, o lo que es lo mismo de Humanidades. Que es, ni más ni menos, lo que hace el hombre (masculino genérico). Naturalmente se trata de una cuestión de conocimiento y ritmo.
Una cuestión de conocimiento
Desde mediados del siglo pasado sabemos de las ventajas que ofrece la técnica de la compresión torácica, para cuando el corazón de una persona se para y queremos reanudar de nuevo, de manera artificial, la circulación.
Una técnica que exige una aplicación de dichas compresiones a un ritmo adecuado, con una frecuencia cuyo valor ha variado en los últimos años, pero que en la actualidad se ha unificado. Por lo que tengo consultado, existe un consenso científico según el cual debe ser de cien por minuto (100 min-1), cualquiera que sea la edad del enfermo.
    Es lo último sobre esta técnica resucitadora, cuyo aprendizaje no es una cuestión baladí, como así lo prueba el hecho de que algunos centros de educación secundaria (ES) la incluyan entre sus actividades para el alumnado.
Y que todos deberíamos recordar o aprender en nuestros lugares de trabajo, dentro del horario laboral, pues está demostrado que su correcta aplicación duplica las opciones de superar un paro cardíaco. Lo que no está nada mal. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.




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