Como seguro saben, en los
próximos días de diciembre empezarán a ser entregados los premios Nobel 2018, que ya
fueron concedidos hace unos dos meses por la Academia Sueca, en las cinco (5) categorías existentes: Física, Química, Fisiología o Medicina, Literatura y Paz.
Tampoco ignoran de ellos, detalles
por demás conocidos como que estos galardones se instituyeron en 1895 como última
voluntad del químico sueco Alfred Nobel
(1833-1896), que se empezaron a entregar a comienzos del siglo XX (1901) y
que por supuesto, es el máximo reconocimiento que un ser humano puede recibir
por sus méritos.
De ahí que la inmensa mayoría de los mortales no dediquen ni un solo instante
de su vida, en pensar si lo conseguirán o no. Vamos que ni en sueños lo hacen, de
tan difícil que es. Sin embargo, hay una mínima, mínima, minoría que cada año piensa,
aspira y sueña con él y se pregunta, que por qué no.
¿Por qué no pueden estar entre los que consigan tan preciado galardón? ¿Por
qué no van a ser uno de los elegidos? ¿Por qué no pueden pertenecer como nuevo miembro
a este selecto club?
No les voy a detallar aquí los méritos de todo tipo que hay que tener, las
circunstancias profesionales que se tienen que dar o el contexto social que se
deben satisfacer, y de manera simultánea, para que esto ocurra. No. Más bien
les voy a describir las condiciones en las que, (casi) de ninguna de las
maneras, uno puede ganar un Nobel.
Mujer y Nobel
Una especie de barrera, dichas condiciones, que en el caso de existir
resultará (casi) infranqueable para cualquiera humano que se lo proponga. Por
lo que tengo leído, agencia australiana ABC,
existen hasta cinco (5) condiciones excluyentes, cinco como las categorías nobelenses,
dejando aparte claro la más conocida y evidente de todas: el hecho natural e
involuntario de ser mujer.
Circunscribiéndonos al área de ciencias (Física, Química y Medicina o Fisiología), a primeros de octubre pasado les echaba los números de
todos los nobeles que en la vida han sido y son, en las tres categorías de
marra, desde que se empezaron a conceder.
Salvo error u omisión por mi parte, son seiscientos seis (606) de los
que, ojo, sólo veinte (20) han sido o son mujeres. No, no se trata de un error aritmético
por mi parte, sólo el tres coma tres por ciento (3,3 %) de todos los nobeles
científicos son femeninos ¿Cómo lo ven? ¿Tiene sexo la ciencia?
Pues bien, dejando a un lado la obviedad, aquí tienen la manita de
condiciones excluyentes a la hora de recibir un Nobel, a las que me refería más
arriba.
A) Ser el cuarto mejor de la clase. Es una forma escolar de hablar ya
que como en el nobelero sobre ganador sólo cabe una terna de nombres, si es
usted el cuarto, pues eso, se queda fuera sin galardón. Así de sencillo. Es algo
parecido al ‘momento podio’ en el que se entregan los premios de algunas
competiciones deportivas y que tiene sólo tres (3) escalones. (Continuará)
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