viernes, 1 de agosto de 2025

¿Cómo está la marea esta mañana? (y 2)

(Continuación) Sí, algo más de un día, casi una hora más, razón por la que el estado de la marea no se repite exactamente cada 24 horas y, aproximadamente, esté cambiada cada semana.

Un retraso “mareante” que también nos obliga a corregir la redacción de más arriba, y lo correcto es decir que puede haber hasta cuatro mareas al día, pues lo cierto es que no siempre se producen cuatro al existir días con solo tres, una cuestión de aritmética elemental.

Ya de la que va, el próximo martes 29 solo tendrán lugar tres: Marea alta, a las 05:51; Marea baja, a las 11:46; Marea alta, a las 18:10.

¿Y qué causa las mareas?

Pues es sabido que se achaca a la influencia de nuestro único satélite natural, la Luna, un saber popular que no anda descaminado pero que no es correcto del todo ya que también desempeña su papel nuestra estrella, el Sol.

A la acción conjunta de ambas fuerzas sobre la Tierra -universales, de carácter atractivo y naturaleza gravitatoria-, aunque muy especialmente a la de la Luna, se debe la existencia de estos movimientos que en puridad experimenta todo el planeta.

Tanto los grandes volúmenes de fluidos gaseosos como la atmósfera, o lo que es lo mismo la capa de aire (disolución de gases) que lo envuelve, formada a su vez por troposfera y estratosfera, las más próximas a la superficie, y ionosfera, mesosfera, termosfera y exosfera, las más alejadas.

Como los volúmenes de fluidos líquidos o hidrosfera, formada por el agua H2O de los océanos, ríos, lagos, aguas subterráneas, neveros, glaciares o nubes. Y, en menor medida por supuesto por su parte sólida o geosfera, formada por corteza o litosfera, manto y núcleo. (Si el universo es la respuesta, ¿cuál es la pregunta?)

De Homo erectus a Homo sapiens

Se hace difícil pensar que el Homo erectus, con su innata curiosidad y en su periplo por las costas oceánicas desde la cuna de la vida africana, no se percatase de las cíclicas subidas y bajadas que dos veces al día el agua experimentaba.

Una periodicidad hasta cierto punto regular y predecible, de la que no solo quedaría fascinado, sino que terminaría por comprender cómo afecta a diversos aspectos de la vida en la Tierra, una cuestión de la que no tardó en aprovecharse para su propia subsistencia.

Por cierto, Homo sapiens, dada su infinita omnipresencia, la de la fuerza gravitatoria me refiero, le dejo con unas cuestiones para acabar el mes: ¿Produce la Luna mareas en los fluidos de nuestro organismo? ¿Las hay en nuestro sistema circulatorio? ¿Y en el magma del interior de la Tierra? Son preguntas en busca de respuestas. (¿Continuará?)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


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