Es el nombre con el que astrólogos profesionales del asunto del timo crédulo, astrónomos aficionados e indocumentados y algún que otro tipo de prensa sensacionalista, denominan a esa Luna grande y brillante que vemos cuando coinciden perigeo y plenilunio.
Una coincidencia que no se producía desde 1993 y que no volverá a tener lugar hasta el año 2019, cuando se nos mostrará un 14% más grande y hasta un 30% más brillante. Otra cosa será que nos demos cuenta de dicha variación.