Es poco el tiempo transcurrido y mucho lo escrito ya sobre las manidas pruebas de acceso a la universidad -el tema sin duda es jugoso y rentable para los medios de comunicación, a pesar de volver cada año como las golondrinas sus nidos a colgar-, de modo que no me iteraré en esta ocasión y ni profundizaré en el tema ni iré a lo mollar ni aportaré supuestas soluciones académicas. No.
Simplemente me detendré en un par de detalles didascálicos,
quizás insignificantes o superficiales, vamos lo que se dice “quedarse en la
espuma”, en su acepción de no avanzar en una cuestión, de detenerse en detalles
nimios y no profundizar en el tema.
Un par de quisicosas relacionadas con una disciplina
científica cuya didáctica me resulta próxima, me refiero a la Física. Una
de ellas relativa a la ortografía, ya sabe ese conjunto de reglas y
convenciones que rigen el sistema de escritura habitual establecido para una
lengua estándar.
Y otra a la, digamos, logística, entendida como actividad que genera, planifica, gestiona y controla el almacenamiento y envío de bienes en una cadena de suministro, de la forma más eficiente posible.
Precisamente en esta hoy llamada Prueba de Acceso
a la Universidad (PAU) de 2025 -la misma que en los últimos años ha tenido
distintas denominaciones, el gusto va por comunidades, como EBAU, EvAU,
PEvAU, ABAU, EAU, vamos la Selectividad de toda la
vida para entendernos-.
En esta le digo, en la que se penalizan las faltas
de ortografía de los alumnos y se ha realizado algún que otro perturbador cambio,
naturalmente se han mirado con lupa como era de esperar, la redacción de
los exámenes.
Perdone la deformación profesional, una lupa es un instrumento óptico formado por una lente convergente de corta distancia focal, que al desviar la luz incidente forma una imagen virtual ampliada del objeto; con las lupas vemos más grandes las cosas.
Y mire usted por donde, sin necesidad de lupas, se
han encontrado errores que, dados los tiempos que corren y los medios de comunicación
al uso, se han hecho virales en un pis pas empezando por éste que no tiene
desperdicio, perteneciente al examen de Física de la Universidad de Extremadura.
Aparece en el BLOQUE C: VIBRACIONES Y ONDAS, PREGUNTA
4, en cuyo enunciado se puede leer: ‘¿Cuál será el valor de esa frecuencia
cuando el tren halla sobrepasado la
estación, si ha mantenido constante su velocidad?’.
Un enunciado con una grave falta de ortografía en un
verbo mal escrito pues ese “halla” del enunciado se refiere al verbo hallar,
cuando en realidad se debía haber escrito “haya” referido al verbo haber.
Un desliz que ha levantado no poca polémica entre el alumnado, no exenta además de cierta razón pues en la PAU de esta comunidad española, esta falta supone una penalización de 0,25 puntos, que puede ser, incluso, mayor en el caso de que se produzca de manera reiterada. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
1 comentario :
¿Cuáles son las faltas de ortografía más frecuentes?
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