Este Centro/Colegio de Educación Infantil y Primaria inaugurado en el curso 1969-70 se encuentra situado en la calle De la Salud número 14 del barrio de Bellavista, perteneciente al distrito Bellavista-La Palmera (41014).
Y debe su nombre al científico y político jerezano Manuel
Lora-Tamayo Martín (1904-2002), cuyo papel en la ciencia española en
general y la sevillana en particular le hacen acreedor de ese honor aún hoy, a
pesar de los vaivenes de la Ley de Memoria Histórica.
El caso es que la enorme visibilidad de su carrera
política quizás haya oscurecido algo a la científica que nos trae y que no es
menor ni mucho menos, basta repasar la trayectoria de nuestro químico,
farmacéutico, investigador, académico y gestor docente de hoy para darse
cuenta.
Eso es al menos lo que piensan científicos “sevillanos” de la talla de: el nobel Severo Ochoa (1905-1993), con reconocimientos en la ciudad; el bioquímico y farmacéutico Manuel Losada Villasante (1929), el científico sevillano más internacional y con calle en la ciudad.
El genetista Enrique Cerdá (1942), de la opinión
que “ningún ministro de Educación de la Democracia está a la altura de
Lora-Tamayo”; o el catedrático nuclear Manuel Lozano Leyva (1949), quien
lo incluye en su trio de científicos españoles del pasado siglo, a saber,
Severo Ochoa, J. M. Albareda y Manuel Lora Tamayo.
Algo de
su gestión política
Es probable que el lector atento y avisado recuerde la
aparición del jerezano en la reciente entrega
de la matemática toledana Carmen Martínez Sancho, el vínculo
docente-profesional que les unía y su papel como presidente de la Comisión
Depuradora del Magisterio en Sevilla desde 1937.
Cargo que ejerció durante los años más fervientes de Queipo de Llano, y en los que se fusilaron a profesores republicanos si bien Lora Tamayo no fue responsable directo de dichas ejecuciones. Una oscura zona de sombra a la que su larga y prolífica trayectoria vital, científica y profesional añadió otras de claros-oscuros y luz.
No olvidemos que fue catedrático de Ciencias Químicas en diferentes universidades, presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas, académico de la Real Academia de Farmacia y de Física, Presidente del CSIC, de la Real Sociedad Española de Física y Química o del Instituto España.
Y como consecuencia de sus importantes aportaciones
dentro del sistema educativo franquista, fue nombrado Ministro de Educación
Nacional de 1962 a 1968, una institución que, por cierto, a partir de 1966 se
llamó Ministerio de Educación y Ciencia, hoy devenido en Ministerio de
Educación, Formación Profesional y Deportes. Un signo de los tiempos. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue publicado el 03
de febrero de 2025, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario
digital Sevilla Actualidad.
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