Es el 267.º papa de la Iglesia católica y noveno soberano de la Ciudad del Vaticano desde que fuera elegido en el cónclave del pasado 8 de mayo de 2025, me refiero al chicaguense o chicaguino nacido Robert Francis Prevost Martínez (1955) y desde entonces papa, escríbase, León XIV y, léase, León catorce no León decimocuarto ni, mucho menos, catorceavo.
Y de quien sabemos a
ciencia cierta, para los intereses que nos traen, que se trata del primer
pontífice de nacionalidad estadounidense, el primero que pertenece a la
orden de los agustinos y el primero que ha estudiado y obtenido una licenciatura
en una disciplina científica en toda la historia de la Iglesia católica. Lo
que no está nada mal como pionero.
Prevost y las matemáticas
Entre otros estudios
superiores Prevost obtuvo una licenciatura en Ciencias Matemáticas (1977)
por la Universidad de Villanova, Filadelfia, Estados Unidos, un centro privado
católico ligado a la Orden de San Agustín.
Y durante un tiempo enseñó matemáticas a tiempo parcial en el Mendel Catholic High School, en Chicago e hizo sustituciones como profesor de física en otro centro ligado a los agustinos, el St. Rita of Cascia. Toda una novedad bien recibida.
Sin duda no está de más que
el nuevo pontífice tenga una formación científica reglada y haya ejercido la
docencia, al ser actividades especialmente positivas para abordar los complejos
retos que, quiera o no, le esperan en su pontificado.
Le digo esto porque es conocida
la capacidad de las matemáticas para “ordenar” la cabeza de la persona que la estudie,
para iniciarla en una disciplina mental, en un rigor que la haga más inmune al
sofisma y le permita abordar los problemas en un orden adecuado.
Un lenguaje más, el matemático, que añadir a su poliglotismo, habla seis idiomas, con la ventaja de que éste es además universal (Galileo, dixit). Bien, pero todo el bagaje anterior, ¿significa que estemos en puridad ante un “papa científico”?
León XIV y las ciencias
Pues como diría el
castizo dependerá del tamaño del ropero, pero lo cierto es que no faltan
prendas que introducir en él, empezando por el hecho de haber elegido su nombre
papal en honor a un predecesor, León XIII (1878-1903).
Quien guio la institución
a través de la gran revolución industrial de finales del siglo XIX, reconociendo
la importancia del avance científico y tecnológico para el progreso humano; en
ese sentido no solo promovió el diálogo entre Iglesia y ciencia,
también escribió sobre la relación entre la fe y la razón. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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