(Continuación) Pasamos a otra categoría innoble con una investigación para nada escatológica pero no por ello menos delirante, si no me cree lea y juzgue usted mismo. Dicen haber demostrado que una falsa medicina (pseudomedicamento) que causa efectos secundarios dolorosos, puede ser más eficaz que otra, también falsa pero que no los causa; algo así y por decirlo pronto, “es mejor si duele”, aunque tampoco cure.
Premio
de Medicina
El suspecto galardón se lo ha llevado
un equipo europeo por esto mismo que le digo, por demostrar que los placebos (medicamentos falsos)
que causan efectos secundarios dolorosos son más eficaces que los que no los
causan; es decir, que el dolor percibido puede influir en la respuesta psicológica
de los pacientes ante los tratamientos, en cualquier caso del todo inactivos o
inertes.
Vamos que los placebos dolorosos funcionan mejor, lo que le decía más arriba, una ocurrencia que no anda muy lejos de esa ciencia popular que seguro recordamos de pequeño en boca de nuestros mayores a la hora de curarnos alguna herida mientras nos consolaban “si te escuece es porque se está curando”.
Y tras esa idea de averiguar si los
efectos secundarios de un medicamento son interpretados por los pacientes como
indicador de su eficacia, iniciaron estos médicos un ensayo clínico utilizando
para ello una muestra de 77 personas sanas, a las que sometieron a inhalaciones
sin ninguna capacidad terapéutica, pero que les generaban dolor en la nariz.
‘How Side Effects Can Improve Treatment Efficacy: A
Randomized Trial’, 2024
“Medicamentos falsificados que causan efectos secundarios dolorosos pueden ser más eficaces que aquellos que no causan efectos secundarios dolorosos” Brain 147: 2643-2651 (2024), es el título del artículo en el que explican cómo a estos individuos les suministraron unos aerosoles nasales.
Supuestamente eran de fentanilo, de fórmula C22H28N2O y cuyo nombre IUPAC le ahorro, el analgésico a evaluar en el estudio clínico, si bien en realidad contenían o capsaicina de fórmula C18H27NO3 presente en las guindillas o chiles picantes, que induce un efecto secundario de ardor leve, o bien una solución salina inerte, sin efecto secundario alguno.
Tras la primera sesión los
participantes fueron divididos de forma aleatoria en dos grupos, que con
posterioridad se sometieron a una resonancia magnética funcional (RMf),
y de los que a uno se les informó que los aerosoles no contenían fentanilo
mientras que al otro no se le dijo nada.
Pues bien, los resultados mostraron que
los aerosoles nasales con efectos secundarios producen menos dolor que los
aerosoles nasales inertes lo que se interpretó como que, la expectativa de que
el tratamiento recibido sea eficaz (por los efectos secundarios) refuerza su
eficacia por el efecto placebo. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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