Premios Ig Nobel, 2024. PAZ (1)

(Continuación) En general la susodicha resonancia magnética funcional (RMf) asociada al premio de medicina, no es más que otro dispositivo para el estudio de las funciones cerebrales en sujetos sanos y pacientes neuropsiquiátricos, que identifica y localiza fenómenos específicos del metabolismo y la actividad neuronal.

Una técnica que mide los pequeños cambios del flujo sanguíneo con la actividad del cerebro y se utiliza tanto para examinar las partes que están realizando funciones críticas, como para evaluar los efectos de un derrame u otras enfermedades, o para guiar el tratamiento cerebral.

Además, puede detectar anormalidades dentro de cerebro que no se pueden encontrar con otras técnicas por imágenes, lo que es importante.

Resonancia Magnética funcional (RMf)

En nuestro innoble caso nos muestra la activación del sistema modulador del dolor descendente, tanto de la corteza cingulada anterior (rACC) como de la sustancia gris periacueductal (PAG), durante el dolor térmico aplicado después de experimentar un aerosol nasal con efectos secundarios.

Una señal que influye en las expectativas del paciente y, por efecto placebo, en los resultados de dicho tratamiento, dado que en dicho proceso interviene el sistema modulador del dolor descendente, involucrado en dicho efecto placebo.

A partir de aquí los autores proponen lo que bien podemos catalogar de tiro por elevación: nada menos que su aplicación en la práctica clínica a fin de optimizar los resultados de los ensayos clínicos.

A su entender los placebos deberían tener efectos secundarios similares al de los medicamentos.  No sé qué decirle más, miedo me da seguir; claro que el contenido del que viene a continuación también se las trae.

Premio de la Paz

Fue otorgado póstumamente al reconocido psicólogo conductista estadounidense B. F. Skinner (1904-1990) por sus experimentos sobre la viabilidad de, respire hondo antes de seguir leyendo ... ¿ya? alojar palomas vivas en el interior de misiles para que guíen sus trayectorias, a fin de acertar en el blanco enemigo. Sí, ha leído bien, el símbolo de la paz dentro de un símbolo de guerra, toda una paradoja.

En realidad, la sorprendente idea nació en 1939 tras la invasión nazi de Varsovia (Polonia) y se desarrolló en el Departamento de Psicología de la Universidad de Minnesota durante la Segunda Guerra Mundial.

Su objetivo era el de buscar una posible alternativa animal a las tecnológicas de la época y fue conocido como ‘Project Pigeon’ (“Proyecto Paloma”), aunque no debió marchar bien pues fue abandonado oficialmente al menos en 1944. (Continuará)

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