(Continuación) En ese intento de comprensión y explicación de su entorno, y bien por motivos de vital supervivencia o por mera curiosidad, el hombre es un animal eminentemente curioso, todas las civilizaciones han buscado respuestas a la razón de la existencia del universo, su composición, estructura o funcionamiento, así como la de él mismo, el origen de la vida, saber qué hay tras la muerte o cuál es el sentido último de nuestra existencia.
Al principio fue el mito y la mitología
Y
a falta de otro recurso intelectual mejor, nuestros antepasados utilizaron la imaginación
para interpretar, bien fenómenos de la naturaleza como las tormentas o la
lluvia, objetos del firmamento como los planetas y el Sol, las cíclicas estaciones
astronómicas/meteorológicas o el fascinante fuego; vamos en general todo aquello
que no podía explicar.
Y se ideó para ello una serie de relatos poblados de personajes extraordinarios (dioses, animales increíbles, hombres inmortales, bellas guerreras, gigantes, sirenas), que vivían en unos lugares imposibles sin correspondencia con una realidad conocida, y en unos tiempos distintos o no a los suyos.
Había
nacido el mito, un relato o narración de origen sagrado o etiológico, alejado
de toda lógica y sentido común actual pero que, en la antigüedad sirvió de
interpretación plausible ante lo desconocido; suponemos que el mito es un constructo
tan antiguo como la propia humanidad.
Y
tras él vino la mitología -conjunto de mitos de carácter imaginario, relativamente
cohesionados o paralelamente adheridos, que forman parte de una determinada
religión, cultura o época-, creada para explicar el universo, el origen del
mundo, los fenómenos naturales o cualquier otro sucedido misterioso sin
explicación.
Del mito al logos
Hasta donde sabemos todas las comunidades humanas han desarrollado su propia mitología, a fin de explicar la existencia del hombre y el mundo que le rodea, de dar respuestas a una serie de enigmas que no podían comprender.
Un
conjunto de primigenias explicaciones que incorporaban dioses y héroes, sucesos
extraordinarios o acontecimientos dignos de ser recordados; tradiciones orales,
bajo cuya capa de fantasía y misticismo subyacía un verdadero intento por
comprender y describir tanto a la naturaleza, como al mismo ser humano.
Unas
antiguas cosmogonías míticas que en la evolución de sus explicaciones empiezan a
fusionar los antiguos elementos imaginativos con novedosas dosis de racionalidad
y lógica, logos, que no solo han dejado una enseñanza perdurable que ha
trascendido al tiempo y la cultura, sino que nos conecta con las raíces mismas
de nuestra curiosidad y anhelo de comprensión. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas
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