(Continuación) En 1808 el comienzo de la Guerra de la Independencia le dejó, primero sin pensión, la aportación económica española de la Junta de Comercio y segundo sin la promesa de la cátedra en Barcelona, de modo que entró a trabajar en los Laboratorios Vauquelin y a dar clases de química, botánica, anatomía y medicina legal para sobrevivir.
Mucho trabajo y tiempo ocupado que no le impidieron
obtener el 27 de diciembre de 1811 el grado de doctor en Medicina con una tesis
titulada Nouvelles recherches sur les urines des ictèriques. Ese mismo
año se nacionalizaba francés dedicándose intensamente a la investigación de la toxicología
y las sustancias venenosas.
Primeras
publicaciones y matrimonio
Los resultados de sus investigaciones fueron publicados
por primera vez entre 1814 y 1815 en Traité des poisons... ou toxicoligie
générale..., un manual especializado que sentaba las bases de la nueva toxicología
y que alcanzó un notable éxito siendo traducido al inglés, alemán, castellano e
italiano.
Un texto que lo hizo famoso a nivel profesional dentro del mundo médico y de cuya traducción al español “Tratado sobre los venenos”, 1819, se encargó un amigo afrancesado español que era médico del infante Francisco de Paula de Borbón y que se hallaba en París por esos años; me refiero al padre del escritor Mariano José de Larra, el médico y traductor Mariano de Larra y Langelot.
Previamente, en 1817, había publicado Eléments de
Chimie Médicale (“Elementos de química médica”), dirigido a estudiantes y
que alcanzó las ocho ediciones hasta 1851, siendo traducido a varios idiomas y
reportándole gran reconocimiento entre la comunidad científica francesa.
En 1818 publicaba una nueva obra, Secours à donner aux
personnes empoisonnées et asphyxiées..., esta vez un texto de divulgación
dirigido a un público más amplio, al estar escrito con un estilo sencillo y en
un lenguaje asequible, que sin duda contribuyó a que unos conocimientos
tradicionalmente rodeados del oscurantismo de la alquimia y la brujería
llegaran al gran público.
Este segundo libro le daría también una enorme popularidad en toda la sociedad francesa y además, echo la vista atrás unos años, en 1815, contraía matrimonio con Gabrielle Lesueur, una joven de la burguesía parisina que le introdujo en reuniones y soirées en las que Orfila llegó a destacar por su simpatía y una especial habilidad que no se imagina, el canto.
Canto,
cátedra en Madrid y médico real
Sí, nuestro hombre tenía talento no solo para la medicina
y la química, también para la música y de hecho solía cantar
en los salones parisinos donde tenía cierta fama y demanda, a veces haciendo
duetos con la que sería posteriormente su esposa. Incluso parece ser que el
empresario italiano Barilli llegó a proponerle, sin éxito, que debutara como
barítono, qué me dice. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue publicado el 14
de octubre de 2024, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario
digital Sevilla Actualidad.
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