jueves, 31 de enero de 2019

Popeye, más allá de las espinacas (6)

(ContinuaciónAsí que se aprovechó de la enorme popularidad del fornido personaje, para darle publicidad a este vegetal y hacer que los estadounidenses civiles comieran más espinacas en sus casas, y que, envasadas en latas, formaran parte de los paquetes de alimentos de los soldados en la Segunda Guerra Mundial (SGM).
Y mostrando los efectos benéficos de la verdura, el doble objetivo se consiguió en ambos frentes. En el civil, ya lo hemos comentado, su consumo se incrementó en un treinta y tres por ciento (33%), y en el militar, los panfletos de inflama patriótica llegaron a pregonar que se podría ganar el conflicto bélico, gracias a la energía de las espinacas.
No me digan que no tiene arte el asunto. Otra cosa, más adelante se lo cuento, es la ciencia que el asunto tenía o decían tener. Pero la tenga o no, lo cierto es que el pueblo estadounidense se lo creyó a pies juntillas, lo que no está nada mal.
Sobre todo, si tenemos en cuenta lo que les (nos) iba en ese envite social de la primera mitad del siglo XX, a sí que bien por ese lado. Por el otro, el que nos trae aquí, como en dicho éxito espinaquero Popeye contribuyó, y no poco, a conseguirlo, pues también está bien. Ya se lo adelanté, estamos ante todo un superhéroe.
Paréntesis conmemorativo: Tintín
Antes de avanzar más, en la línea del tiempo que vincula al personaje de cómic con las espinacas, y con su permiso, abro un paréntesis conmemorativo. Han de saber que este año del Señor de 2019, en lo que respecta a héroes y superhéroes de la historieta europea y estadounidense de aventuras, está plagado de aniversarios.

A la conmemoración de las nueve (9) décadas del nacimiento del marino tuerto, le tenemos que sumar otro personaje que comparte con él edad y estatus de iconos de la cultura popular. Me refiero al también archifamoso Tintín, con quien se lleva tan solo una semana de diferencia y comparte además el hecho, de haber transcendido ambos el tebeo para convertirse en iconos populares del siglo XX.
Creado por el historietista belga Georges Remi (1907-1983), más conocido por el seudónimo artístico Hergé, ve la luz el 10 de enero de 1929 en Le Petit Vingtième, suplemento infantil y juvenil del diario belga de orientación católica Le Vingtième Siècle.
1929, el año del Crac -la más devastadora caída del mercado de valores en la historia de la Bolsa en Estados Unidos y que dio lugar a La Gran Depresión-, es también el del nacimiento de estos dos cracs del cómic, dos hitos fundacionales del tebeo o noveno arte.
Que curiosamente apareció como tal en la  interminable lista de las artes-por cierto, ¿cuántas artes existen?-, a propuesta del guionista y editor de historietas francés René Goscinny (1926-1977), uno de los padres de Astérix y del escritor francés Francis Lacassin (1931-2008). (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.



1 comentario :

una seguidora dijo...

¿Y qué ocurre con las espinacas? Enhorabuena por la elección y desarrollo del tema.