Esta sorprendente
triple conjunción bélica-religiosa-deportiva del titular tuvo lugar tal día
como hoy de hace ciento cinco años -el 24 de diciembre de 1914, día de Nochebuena
que entonces cayó en jueves-, y es uno de esos números redondos
que tanto nos gustan a los humanos, en esta ocasión la efemérides de su
centésimo quinto (105. º) aniversario. Y naturalmente algo extraordinario
sucedió en dicha fecha, causa y razón de este su enroque en un día tan señalado,
que me dispongo a contarle empezando por donde debe, por el principio.
Una guerra y dos bandos
Por
supuesto que ella no es otra que la Primera Guerra Mundial (PGM), librada
en la segunda década del pasado siglo XX, y uno de los conflictos bélicos más
sangrientos y devastadores de la historia, que será recordado por la millonaria
cantidad de bajas que produjo. Una confrontación que centrada en Europa empezó
en el verano de ese año, el 28 de julio de 1914, y finalizó en el otoño de
cuatro años después, el 11 de noviembre de 1918.
Y en el
interín se estima que se produjo la muerte de casi diez millones de personas, hubo
más de veinte millones de heridos (mutilados en sus extremidades, ciegos o
inútiles para moverse) y desaparecieron cerca de ocho millones de jóvenes pertenecientes
a setenta países diferentes del planeta agrupados en dos bandos. De un lado los
alemanes y del otro los aliados, una auténtica calamidad humana se mire donde
se mire.
Sin
embargo, apenas transcurridos unos meses del inicio del terrible conflicto, ocurrió
algo inesperado, un sucedido asombroso que tuvo lugar cuando el espíritu
navideño se apoderó de las trincheras y de los hombres que, en medio del barro
y la miseria, en ellas se protegían. Una especie de mezcla entre historia y
leyenda, de esas que a veces depara el devenir de los años, y que ha hecho de
aquel suceso algo milagroso y milagrero, bastante increíble pero real, porque
no es un cuento de navidad.
‘Tregua de Navidad de 1914’.
Villancicos
Por la
documentación existente está confirmado que, en determinados y muy pocos
lugares del frente, durante unas horas se realizó un alto el fuego no oficial entre
el día de Nochebuena y el de Navidad, siendo uno de los más
publicitados el de Ypres. Una localidad belga en el frente occidental,
indistinguible de otros tantos barrizales helados en un invierno que era de los
de antes, quiero decir sin tanto cambio climático ni calentamiento
global.
Un lugar que tomamos como epicentro de este fenómeno, y en el que según
algunos historiadores’. en la tarde del día 24 los soldados del ejército alemán
comenzaron a poner en sus trincheras unos pocos adornos navideños, a la vez que
empezaron a cantar el villancico ‘Stille Nacht’ (Noche de paz),
compuesto casi un siglo antes por el sacerdote Joseph Mohr, autor de la
letra, y el maestro y organista Franz Xaver Gruber, autor de la melodía.
Sin duda alguna, ‘¡Stille Nacht! ¡Heiligen Nacht!’, es mucho más que una
canción de Navidad. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
2 comentarios :
¿Que influencia tuvieron en el desarrollo de la guerra las nuevas armas inventadas por el hombre? ¿Podría dedicar una entrada a las armas químicas?, apenas he leído sobre ellas.
El villancico '¡Stille Nacht! ¡Heiligen Nacht!' es de 1818, el mismo año en el que se publicó ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’ de Mary Shelley.
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