Ya saben, ése en el que consiguen inclinarse hacia adelante cuarenta y
cinco grados (45 º) y, desafiando a la fuerza de la gravedad, hacerlo con el
cuerpo recto y sin caerse, cuando la mayoría de los bailarines, aunque tengan
un tronco “muy fuerte”, solo consiguen una inclinación máxima de treinta grados
(30 º) ¿Cómo lo hicieron? ¿Fue magia?, o sea un truco de ilusión ¿Fuerza
muscular sobrenatural? ¿O fue técnica?, o sea ciencia aplicada.
Bueno, pues ha llegado el momento de esa mejor ocasión anunciada. Así
que en las siguientes líneas descubriremos el misterio aunque, vaya por delante
y para que nadie se llame a engaño, en este caso los tres campos de
conocimiento implicados más arriba son necesarios, dado que, ninguno por
separado es suficiente a la hora de explicar la famosa inclinación antigravedad.
Journal of
Neurosurgery, 2018
La explicación nos viene de la mano de la ciencia, de dónde si no, y es
relativamente reciente pues aparece publicada en el artículo ‘How did
Michael Jackson challenge our understanding of spine biomechanics?’ de
la revista Journal of Neurosurgery de mayo de
2018, siendo sus autores tres neurocirujanos del Instituto de Posgrado de
Educación Médica e Investigación en Chandigarh (India).
Que tras una investigación concluyeron que en el fenómeno antigravitatorio
intervienen varios factores, entre ellos: fuerza muscular, entrenamiento,
capacidad
de invención, talento y, el uso de unos zapatos que el propio artista diseñó y patentó
pues, en términos de biomecánica, inclinarse sin ellos hasta los 45º es
sencillamente algo imposible de toda imposibilidad.
[*] Introduzcan
en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
2 comentarios :
No tenía ni idea, es un buen tema para traerlo al blog y exponerlo con la claridad y rigor con el que lo hace. Enhorabuena.
¿Dónde podría leer el artículo en español?
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