Circula hace tiempo en forma de acertijo
ingenioso y paradójico, y me consta que existe un vídeo realizado por la misma BBC
en el que se ven las respuestas que van dando diferentes personas al siguiente
enredo que le plantean: “Un padre y un hijo viajan en coche y sufren un
grave accidente. El padre muere y al hijo se lo llevan a un hospital pues
necesita urgentemente que le realicen una complicada operación, para la que
llaman a una eminencia médica que, cuando llega y ve al paciente, dice: ‘No
puedo operarlo, es mi hijo” ¿Cómo se explica esta, en apariencia, paradoja parental? Si el padre ha muerto, ¿quién es entonces esa eminencia médica?
Por si lo piensa un rato y no encuentra
respuesta, a modo de consuelo le diré que son (somos) muchos a los que les ha
costado encontrar la respuesta, y otros tantos a los que (aún) no la han
encontrado. Es lo que se desprende de las respuestas del vídeo, que fueron de
lo más variopintas, desde los escuetos “Es imposible, el padre está muerto” o
“No puede ser”. Hasta el ignaro “Caramba, ni idea” y los explicativos “El padre
es el médico y el que murió un sacerdote”, “Es un padre el que va en el coche,
pero no el de ese hijo” o “Es un padre adoptivo”. Pasando por el señor que
responde “El médico es la mamá del hijo” y la señora que apostilla “La mamá es
cirujano”. O sea, la respuesta correcta.
“¡Claro! que sí”, barruntan los encuestados,
masculino genérico plural, cuando la conocen, añadiendo a modo de justificación
“Es que dijeron una ‘eminencia médica’, claro” o “Qué horror, ¿esto le ha
pasado a más gente?”. Y es que son conscientes de que la solución, simple y
lógica, los ha dejado en evidencia pues esconde lo que para ellos es una
realidad decepcionante. No solo la forma de pensar machista está implantada en
nuestro inconsciente, sino que este tipo de trampas funciona en ambos sexos,
incluso entre las personas más feministas. De ahí que alguno, alejándose de la
autocrítica, ante esa palmaria contradicción de nuestro cerebro inconsciente
sobre valores en los que firmemente cree, como el de la igualdad de género,
apostille: “Es la cultura, que nos tiene bien machacados”. Ya. Lo primero es
salvarse uno. O sea.
Sin embargo, tengo para mí que ni el lenguaje
de un lado ni el inconsciente del otro han sido discriminatorios, de hecho, no
veo nada machista ni en el enunciado del mensaje y ni en las respuestas, es
más, la expresión “eminencia médica” está formulada en femenino. O sea que no,
¿entonces? ‘Que al carro de la Cultura no le falte la rueda de la Ciencia’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
[**] Esta entrada apareció publicada el 05
de diciembre de 2019, en la contraportada del semanario Viva
Rota, donde también la pueden leer.
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