Uno encabezado por Arthur Eddington que lo observó desde la isla
Príncipe en África, y otro desde Sobral en el norte de Brasil al cargo de Charles
Davidson. Y ambos con el mismo objetivo de comprobar si se cumplía o no una
de las tres consecuencias de la Teoría de la Relatividad General (TRG)
que el físico germano-estadounidense Albert Einstein había publicado en
noviembre de 1915.
Una predicción, la única que se podía comprobar en aquel momento, que
además resultaba ser de lo más extraña ya que afirmaba que “los rayos de luz
se curvan en presencia de un campo gravitatorio”.
Algo totalmente impensable hasta entonces, ya que es sabido por todos que
la luz se propaga en línea recta, ¿o acaso no es así? ‘Ergo’,
semejante afirmación había que demostrarla y el eclipse se mostraba como el
laboratorio natural más adecuado para hacerlo. Como así fue y con éxito pleno. Por
la correspondencia que se conserva sabemos que Einstein, a comienzos de
septiembre de ese mismo año ya sabía que los resultados de las observaciones
del eclipse de mayo eran favorables a su teoría.
Pero no fue hasta el 30 de octubre cuando la comunicación llegó a la ‘Royal
Society’, haciéndose oficial en su reunión del 6 de noviembre de 1919 con
una conclusión aplastante: “Los resultados de las expediciones de Sobral y
Príncipe dejan pocas dudas de que tiene lugar una desviación de la luz en los
alrededores del Sol y que ésta es de la magnitud exigida por la teoría
generalizada de la relatividad de Einstein y atribuible al campo gravitacional
del Sol”. O sea que sí.
Al día siguiente el periódico ‘The Times’ desayunaba con los
londinenses el siguiente titular: ‘REVOLUCIÓN EN CIENCIA. Nueva teoría del
Universo. Ideas newtonianas desbancadas’, ya saben cómo son los chicos de la
prensa. A partir de ese día la vida del científico cambió para siempre. Albert,
el hombre, se convertía en un personaje público de la noche a la mañana y Einstein,
el físico, pasaba a la categoría de mito. ‘Lo más incomprensible del
Universo es que sea comprensible’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
[**] Esta entrada apareció publicada el 29
de noviembre de 2019, en la contraportada del semanario Viva
Rota, donde también la pueden leer.
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