(Continuación) Don Hurón (Doroteo Hurón). Es el señor que habita en la alcantarilla circular que hay delante del portal donde reina la portera, por cierto, una inquietud entre física y geométrica que le traslado, ¿por qué la mayoría de las alcantarillas son circulares?
Pero volviendo a nuestro referente biográfico de “moradores
percebeños”, según se afirma en
la primera página (1961) del comic en realidad este buen señor es un “alquilado”
de la dueña de la pensión del primero derecha, o sea que pertenece a la
comunidad.
Naturalmente al pobre hombre viviendo donde vive, le pasa o mejor dicho le cae de todo y es que, a nada que la tapa no esté bien puesta, se le cuelan cada dos por tres bien un peatón distraído leyendo el periódico, bien una colilla mal apagada arrojada al suelo o bien cualquier otra cosa que se pueda imaginar, no le digo nada cuando llueve, entonces...
Le nombraba la “genialidad ibañeza” porque estará conmigo que ya hiló fino el historietista barcelonés al adelantarse con el problema de la vivienda ¡nada menos que en sesenta años!, una cifra que a diferencia de la del tango ella sí es algo, bastante de hecho.El subsuelo como solución habitacional en régimen de alquiler, sí, la presión inmobiliaria ya existía a principios de los 60 si no que se lo digan a Don Hurón que siempre aparece asomándose al exterior para quejarse de algo. Creo recordar que en los primeros números se llamaba Don Topo.
‘Para mí, lo mejor del cómic, de la historieta, es que se trata de
algo sencillo, momentáneo, algo que hace brotar la sonrisa o incluso reír, de
ombligo para dentro’. (Continuará)
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