lunes, 18 de octubre de 2021

La era atómica y ‘Calabuch’

(Continuación) No ahora que, precisamente, hemos tenido en el espacio por unos minutos al nonagenario capitán Kirk de ‘Star Trek’. Quien lo iba a pensar entonces y, sobre todo, quién se lo iba a decir a él ahora, después de tantos años de vuelo intergaláctico.

Una auténtica y pura locura, vuelvo al ‘mecanismo de propulsión nuclear de pulso’, propuesta por primera vez en 1946 por el matemático polaco Stanislaw Ulam (1909-1984), quien contó con los cálculos preliminares realizados por el físico estadounidense Frederick Reines (1918-1998), Premio Nobel de Física en 1995 por la detección del antineutrino.

Como tal proyecto, Orión, arrancó en 1958 llegando a colaborar en él científicos tan notables como el británico-estadounidense Freeman Dyson (1923-2020), de él fue la idea de la ‘propulsión nuclear de pulso’, ¿una nave imposible?

Y acabaría cinco años después, al ser clausurado en 1963 por el tratado de prohibición parcial de ensayos nucleares. Tan solo seis años más tarde tenía lugar el primer hollamiento lunar, producido por un ser humano. Era sin duda el signo de los tiempos, de los nuevos tiempos

JIA, JEN Y CIEMAT

Mientras, inmerso en este ambiente atómico internacional, en el “suelo patrio” y con cierto carácter estratégico, Francisco Franco, creaba en el otoño de 1948 la secreta Junta de Investigaciones Atómicas (JIA), mediante un decreto de carácter reservado,

La misma que, una vez finalizada su fase secreta, en 1951, era rebautizada como Junta de Energía Nuclear (JEN), un centro de investigaciones relacionadas tanto con las centrales nucleares españolas como con la física experimental de partículas elementales.

Finalmente, y por ahora, en 1986 la JEN fue transformada en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), organismo público español de investigación en: materias de energía y medio ambiente, diferentes tecnologías de vanguardia y algunas áreas de investigación básica. Es probable que le suene el acrónimo.

Berlanga, ‘el espíritu de la época’ y ‘Calabuch’

Una prueba de ese peculiar vínculo atómico-amigo de mediados del siglo pasado, la puede ofrecer el hecho de que, la exposición itinerante sobre ‘Átomos de la Paz’, preparada por Estados Unidos y destinada al gran público, se inaugurara en Madrid, en la Ciudad Universitaria, en mayo de 1958.

Es en este ínterin temporal cuando, con su particular y ácido sentido del humor, el maestro Berlanga filmaba ‘Calabuch’ con su cinematográfica carga de realidad y de fábula. Otro día, si lo desea, le opino sobre su argumento, toda una delicia berlanguiana.

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


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