miércoles, 30 de septiembre de 2020

El Sol, una estrella vital y peligrosa (y 2)

(Continuación) Gráficas con el número de manchas solares en los últimos años y predicciones de la evolución del ciclo veinticuatro (24) pueden encontrarse aquí,
http://www.swpc.noaa.gov/products/solar-cycle-progression.

Proyectos en busca del secreto solar

Se trata de un fenómeno natural, el de la actividad solar, que puede traer terribles consecuencias para la humanidad del que sabemos perfectamente que puede ocurrir. Por desgracia no sabemos aún predecirlo, al menos con la precisión suficiente como para tomar las medidas suficientes que minimicen los daños. Sin duda el Sol aún nos esconde algunos secretos que debemos saber, de ahí que sigamos estudiándolo.

Para ello, le cuento de pasada y hasta donde me consta, están en marcha tres proyectos espaciales destinados a inaugurar una nueva etapa en la astronomía solar consistentes en: dos viajes a nuestra estrella, la Sonda Parker, rebautizada en 2017 en honor del astrofísico estadounidense Eugene Parker (1927) y el Orbitador Solar, y la construcción de un objeto en tierra, el telescopio Daniel K. Inouye rebautizado así en honor del senador de Estados Unidos, Daniel Inouye Ken (1924-2012).

 Sonda, orbitador y telescopio

Con cierto orden cronológico el primero de ellos fue la Sonda Parker -de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, NASA (por sus siglas en inglés, National Aeronautics and Space Administration)-, lanzada el 12 de agosto de 2018 para orbitar la circunferencia exterior de la corona del Sol, acercándose a ella como ningún otro vehículo espacial lo ha hecho nunca.

Pasará a unos 6 200 000 km de la fotosfera o superficie solar y en su aproximación más cercana lo hará a una velocidad de 700 000 km/h. Está previsto que la misión dure aproximadamente unos siete años, para ser más preciso 6 y 321 días, es decir hasta 2025.

El segundo proyecto en el tiempo es el Orbitador Solar, un satélite científico desarrollado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA, forma parte de una misión conjunta internacional, que despegó el 10 de febrero de este año centrándose en el estudio de los polos del Sol y que ya este pasado junio, completó su primer paso cercano alrededor de él. A partir de los datos que proporcione será posible conocer mejor la constitución de las capas atmosféricas solares, lo que permitirá comprender cómo afecta al clima espacial cerca de la Tierra y en todo el Sistema Solar.

Y por último el telescopio Daniel K. Inouye, de la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos (en inglés, National Science Foundation, NSF) que realizará las observaciones más detalladas del Sol jamás efectuadas desde nuestro planeta y que se encuentra en Maui, isla del archipiélago de Hawái.

Aunque en enero ya se hicieron públicas sus primeras imágenes de la superficie solar, la actual pandemia ha obligado a retrasar su normal funcionamiento hasta la próxima primavera de 2021, si bien ya veremos, que sabido es que Dios propone, el hombre dispone y… (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


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