[Esta entrada apareció publicada el 11 de septiembre de 2020, en la
contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden
leer]
Una centena que
no un centón, así acababa la columna de la semana pasada pues resulta
que, a pesar del parecido ortográfico, no son términos sinónimos uno y otro. Verán.
Desde el punto de vista gramatical centón (del latín ‘cento, -onis’ y
éste a su vez del griego “pieza hecha de retales”) es una palabra polisémica
cuya primera acepción la relaciona con ‘Obra literaria compuesta con
fragmentos de otras obras’.
Es decir, un texto que
con finalidad lúdica está escrito en verso o en prosa, a partir de fragmentos
de obras conocidas por el gran público, y que fue frecuente tanto en la
literatura griega como en la latina tardías.
Claro que una segunda
acepción nos habla de centón como ‘Manta grosera hecha de retazos’. Así es como llamaban los soldados
romanos a los paños viejos recosidos y acolchados con telas diversas que
utilizaban para resguardarse de las flechas enemigas, centón. Pero es que también se daba este nombre
a una capucha que se llevaba bajo el casco y a la funda hecha de pieles con la que
se cubrían grandes máquinas de sitio y otros pertrechos.
Una prenda de lo más
práctica como puede ver, hasta el punto de que existía un oficial en cada
legión, el ‘centonario’, encargado exclusivamente de ellos y, sobre el
papel, es una voz que podemos encontrar en las obras de algunos autores entre
ellos el político y militar romano Julio César (100-44 a. C.), que la
nombra en su Guerra civil 2. 9. Un hombre que ha aparecido en algunos de
este centenar ya pasado de ‘Ciencias a la roteña’.
Luego un centón no es
una centena, no tiene el significado cuantitativo de un ciento o cien
unidades, sino el de una composición literaria constituida con expresiones
ajenas, si bien es cierto que nadie es original, ni nada se dice por vez
primera, al estar ya todo dicho y contado por alguien. Vamos, el ‘Nihil
novum sub sole’ del clásico.
Les hablaba más arriba
de ciento o su forma apocopada cien, como sustantivo lo aconseja el Diccionario
panhispánico de dudas (DPD), que dentro del campo de la literatura
aparecen en el refranero: ‘Quien hace un cesto hace ciento’, ‘Más
vale pájaro en mano, que ciento volando’, ‘De aquí a cien años, todos
calvos’ o ‘El que roba a un ladrón, tiene cien años de perdón’.
También lo hace el plural
de ciento, que existe (cientos), y se usa correcta y coloquialmente para
expresar abundancia de algo ‘Te lo he explicado cientos de veces’. Una
existencia que no posee el de cien (cienes) pues no existe, lo
que no es óbice para que se emplee, ‘te lo he dicho cienes y cienes de veces’,
para expresar una cantidad grande e indeterminada. Ciento que no centón.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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