(Continuación) Tenías
querencia a la barra / y tuve que tomar tres puyazos de ron / para sacarte a
los medios / con el beneplácito de la afición / que con olés me animaba / mientras
me arrimaba a tan brava mujer. Y así continúan apareciendo expresiones y términos
taurinos hasta el final de la canción. Genial.
Es evidente que, junto
a la música, Urrutia tenía
y tiene otra gran pasión, los toros, que le viene de su
abuelo materno Javier Valenzuela, empresario de la plaza de toros de Málaga, y sobre todo de su padre Julio Urrutia, crítico taurino del diario Madrid. Vamos que de casta le viene al galgo. De
hecho, en el primer disco de estudio del grupo ‘Que Dios reparta suerte’
publicado en 1983, una de las canciones, Sangre española, está dedicada
al torero Juan Belmonte ‘El
pasmo de Triana’ uno
de sus ídolos y a quien cuenta, llegó a estrechar la mano en una ocasión.
Desde entonces los
guiños a la tauromaquia en
sus actuaciones y discografía no han faltado, hasta el punto de que algún
entendido ha llegado a catalogar su música como ‘rock taurino’. Sin ningún comentario
que hacer dada mi falta de conocimientos taurinos y musicales, perdonen, pero mejor
le dejo con la letra que sigue así: Y yo bolinga, bolinga, bolinga / haciendo
frente a la situación. / Con torería y valor / y allí en la arena del night
club. / Citando sin ventaja y contento de ron / te ceñí la cintura. / Palpando
tu faja con garbo y valor / entre olés, ovaciones / y aclamaciones de
satisfacción. / La culpa fue del Cha-cha-chá / que tú me invitaste a bailar / embistiendo
a mi capote.
"Gabinete Cagalera",
1990
Le apuntaba más arriba
a la letra de La culpa fue del chachachá como causa del inicio del
declive del grupo Gabinete Caligari,
sin embargo, no faltan exégetas que apuntan a que éste no empezó ahí sino un
poco después, en concreto con la parodia que el humorista Millán Salcedo del grupo Martes y Trece, hizo en el programa especial Fin de Año de 1990 para TVE.
Seguro estoy que la
recuerda, tras un gag con forma de presentación por parte de Josema Yuste empiezan a sonar los acordes de la canción,
mientras la cámara nos acerca poco a poco al cantante, a la vez que aparece un
rótulo que dice “Gabinete Cagalera” y descubrimos que el solista no
es Urrutia sino la parodia que Salcedo hace de él y de su letra, La culpa fue de la chacha. Una imitación para
algunos faltosa, grotesca y cruel que desde entonces no le ha abandonado, y que
vino acompañada del consiguiente cachondeo popular y machaque mediático
profesional.
Como antes, por falta
de criterio bien fundamentado, me abstengo de opinar sobre su causalidad en el principio
del fin del grupo. En lo que respecta a la imitación me parece que el humorista
la clava y que es tan certera como, quizás, intelectualmente
grosera. De hecho creo que son pocos los que, tras el rostro de Jaime no ven en
realidad el de Millán, es más, el propio cantante admitió que por la calle la
gente le confundía con el humorista. Vivir para ver. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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