jueves, 21 de julio de 2022

Algo más de ciencia, tauromaquia y suripantas

(Continuará) Corresponden a los 24 husos horarios contados a partir del meridiano de ciento ochenta grados (180 º), conocido como “antimeridiano de Greenwich” y que también se emplea en la actualidad como línea internacional de cambio de fecha.

Estas son entre otras las aportaciones del científico canadiense sir Sandford Fleming (1827-1915), en relación con la disciplina conocida como metrología y de la que ya existen algunas entradas en el blog, siendo una de las más recientes ¿Qué es la Metrología?

“¡Va por ustedes!”

Bueno, dado que esta entrega ha quedado algo descolgada en el tiempo, pertenece a la mayera minisaga Ciencias y Tauromaquia. Brindis taurinos, puede ser conveniente recordar aquí que toda esta cadena de sucedidos parte del matador de toros mexicano Rodolfo Rodríguez ‘El Pana’ (1952-2016).

De él y de su singular brindis taurino en la Monumental de México del 7 de enero de 2007: “Quiero brindar este toro, el último de mi vida de torero en esta plaza, a todas las daifas, mesalinas, meretrices, prostitutas, suripantas, buñis, putas

A todas aquellas que saciaron mi hambre y mitigaron mi sed cuando “El Pana" no era nadie, y me dieron protección y abrigo en sus pechos, en sus muslos, base de mis soledades. Que Dios las bendiga por haber amado tanto ¡Va por ustedes!” ¿Lo recuerda?

Pues si es así, tras el nexo conocido y reconocido entre el genial torero y las prostitutas (Brindis taurinos: “El Pana” y las suripantas) le ofrezco otro, quizás no tan conocido y reconocido, ahora entre estas señoras y un físico de renombre, tanto que es todo un premio nobel, no le digo más ¡Va por ustedes!

Feynman, hombre y científico

Sí, le hablo de Richard Feynman (1918-1988) el físico teórico estadounidense -conocido por sus trabajos en mecánica cuántica, física de la superfluidez del helio líquido subenfriado, teoría de la electrodinámica cuántica, física de partículas y por participar en el Proyecto Manhattan para la fabricación de la primera bomba nuclear- que además recibió el Premio Nobel de Física en 1965.

Bueno, pues también era músico, dibujante, transgresor, alcohólico, polémico (“La física es como el sexo, claro que tiene algunos resultados prácticos, pero no la practicamos por eso”), mujeriego y un largo, largo, etcétera. 

El neoyorquino, como persona y científico, fue lo que se dice un capítulo aparte, créame, un más que digno representante de eso que en otras ocasiones hemos dado en llamar Ciencia bizarra. (Continuará)


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