lunes, 25 de julio de 2022

DCPS. Avenida Ramón y Cajal (y 2)

(Continuación) No obstante, hay un título que sí recibió el petillés de manera póstuma, el de Marqués de Ramón y Cajal (1952), coincidiendo con el centenario de su nacimiento. Un título nobiliario y franquista que le llegó, dicho sea de paso, vía ciencia, no como otros de la época, siendo uno de los cuatros concedidos por el régimen por este motivo y aún vigentes. Ya veremos en qué quedan con el “sanchecismo” imperante.

Ramón y Cajal, humanista

Es decir que practica humanidades, ciencias y artes, lo que hacemos los humanos. Como científico, en 1888, descubrió que todo el sistema nervioso está compuesto de entidades individuales, células independientes más tarde denominadas neuronas, que constituyen su unidad estructural y funcional.

Una nueva hipótesis, la teoría neuronal, que refutaba a la imperante hasta ese momento, la teoría reticular defendida entre otros por Golgi, considerando al tejido nervioso como una red continua de fibras. Estamos ante un Cajal que unos exégetas tienen como padre de la Neurociencia y otros lo dejan en pionero de la ciencia neural.

Y si bien su condición de genio de la ciencia es una faceta que nadie ignora, es posible que algunos desconozcan otras no menos creativas. Ha de saber que trabajó de herrero, fue zapatero, practicó el culturismo, llegó a ser un magnífico fotógrafo y tuvo sus escarceos literarios.

Sin olvidarnos de su afición a la astronomía, sus excepcionales aptitudes para el dibujo que plasmó en su obra histológica y su interés por combatir las pseudociencias. Como lo lee. Pero por encima de todo me quedo con su ejemplo de vida, toda una lección de ética y voluntad.

Otros reconocimientos sevillanos

Sin ánimo de ser exhaustivo, intención de agotar el tema ni propósito de ser excluyente, a vuela tecla se me vienen a las manos entre otros: el Campus Ramón y Cajal de la Universidad de Sevilla, al comienzo de la avenida homónima; el Pabellón Polideportivo Ramón y Cajal, perteneciente al SADUS y ubicado en la avenida de Dinamarca, s/n.

O el patio interior ajardinado Santiago Ramón y Cajal, de la hispalense Facultad de Medicina. Sin duda habrá que volver sobre “Don Ramón” y de sus citas me gusta mucho ésta: ‘Al carro de la cultura le falta la rueda de la ciencia’.

La dijo a principios del siglo pasado y, por desgracia, no se puede decir que haya perdido vigencia. Por desgracia. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

[**] El original de esta entrada fue publicado el 11 de abril de 2022, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.


1 comentario :

un seguidor sevillano dijo...

En su artículo "Antigua calle de la Venera" publicado en Sevilla Actualidad afirma que no existe el kilómetro cero, ¿podría ampliar la razón?