miércoles, 13 de julio de 2022

DCPS. Calle Abril (y 2)

(Continuación) Y a días cálidos, despejados y soleados siguen otros de chubascos, tormentas y frío en la noche, abril es así, qué le vamos a hacer. Como sabe, a lo largo del mes, la luz solar aumenta entre dos y tres minutos al día, lo que unido a un gradual tiempo despejado y soleado hacen que suban las temperaturas.

Y con ambas subidas, lumínica y térmica, se desencadena el ritmo ascendente de algunos de los flujos de los seres animados, entiéndame, savia y sangre. Florecen los campos, aparecen las primeras aves emigrantes, vuelan los insectos, se muestran los reptiles, aumenta la puesta de huevos, la producción de leche animal, etcétera.

Síntomas todos ellos del resurgir de la vegetación y la actividad animal. Es además la época del celo y el apareamiento de muchas especies. Vamos que no le digo más, ya bien lo expresa el refrán: ‘La llegada de abril es primavera, que savia y sangre altera’. Pues eso.

Abril es el mes más cruel

Aunque si le he de ser sincero, no todos piensan igual sobre su significado. Para algunos no es así, por ejemplo, el poeta estadounidense T. S. Eliot, para quien abril está maldito y así lo dice en su poema de 1922 'La tierra baldía', con el que no solo da luz a una nueva galaxia lírica, sino que lo convierte en uno de los estandartes de la poesía del siglo XX, siendo reconocido con el Premio Nobel de Literatura en 1948.

Un muy largo poema en realidad, consta de cuatrocientos treinta y cuatro versos, que arranca así: ‘Abril es el más cruel de los meses, pues engendra / lilas en el campo muerto, confunde memoria y deseo, revive / yertas raíces con lluvia de primavera’. Una compleja y oscura elegía que deja bien a las claras que, al menos para Eliot, el mes de abril no está exento de muerte.

Adenda cultureta

Es probable que sea sólo casualidad temporal el hecho de que, el mismo año en el que el estadounidense publicara su famoso poema, el también poeta, pero alemán, Rainer María Rilke, escribiera su inolvidable verso ‘Todo ángel es terrible’, y el irlandés James Joyce publicara su novela Ulyses.

1922, el año milagroso de la literatura occidental. Sí, es probable, a veces estas cosas pasan. Si me lo permite, en estos trances abrileños, suelo tirar del poeta sevillano, ‘Era una mañana y abril sonreía…’. Es lo bueno de tenerlo de cabecera.

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

[**] El original de esta entrada fue publicado el 04 de abril de 2022, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.



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