(Continuación). De no ser así tendríamos
noticias a diario de personas muertas por no saberlo y “arriesgar sus vidas” al
dormir con plantas y animales (racionales e irracionales). De hecho, como nadie
se quiere morir, todos exigiríamos dormir en habitaciones individuales por mero
instinto de supervivencia, lo que es una tontuna.
No, dormir con plantas no perjudica en
absoluto nuestra salud ya que, por lógica, las cantidades de oxígeno que
consumen deben ser ínfimas comparadas con las de los animales. Como nos dice el
mejor de los buenos, en esta vida todo es cuestión de medida: un poco más,
algo menos...
TRES. Resulta
de nuevo ilógico por otra cuestión de naturaleza física, al ser prácticamente
imposible que nos quedemos sin oxígeno en una habitación por la noche, a pesar
de todos los seres vivos que durmamos en ella.
Sencillamente los dormitorios no son, ni
mucho menos, compartimentos estancos al no quedar cerrados herméticamente,
aunque cerremos ventanas y puerta. Siempre habrá rendijas por las que, por poco
que sea, entrará aire y con él el imprescindible 21 % de gas oxígeno en
su composición.
Conclusión
lógica
Es posible que con el tiempo la habitación
esté poco aireada, pero no lo suficiente como para que exista una falta de
oxígeno significativa para la respiración humana, eso está descartado. Puede
que, incluso, si son muchas las personas que estén en ella, alguien diga que el
ambiente se ha vuelto irrespirable, que ‘está cargado’, que le falta el aire.
Bien, lo podrá decir, pero no es exactamente cierto.
Se trata tan solo de una manera coloquial
de expresarse, para reflejar sencillamente que el ambiente se ha calentado. No,
desde el punto de vista lógico, pintan bastos para la idea de que es
perjudicial dormir con plantas en la habitación, porque nos roban el oxígeno, es
la mentira de la verdad.
Bien, entonces, si la lógica no nos puede
ayudar más en esta especie de ciencia popular proveniente de
credulidades y creencias unidas a erróneos aprendizajes, pasemos al último y
más cierto de los conocimientos humanos, ¿qué tiene que decir la ciencia académica
al respecto?, según ella, ¿qué parte de verdad hay en esta mentira?
Como suele decir mi carnicero de referencia
mientras me muestra la pieza que le he pedido, “¿Por dónde le corto Don
Carlos?”, una profesional manera de expresar su “vayamos por parte” no exenta
de razón.
Ciencia
académica
Y es que, evidentemente, sin ser incompatibles
ni excluyentes sus contenidos, no puede ser lo mismo lo que nos enseñe la
ciencia escolar, que la bachillera, que la universitaria. No lo pueden ser por
una mera cuestión de equilibrio entre la dificultad del concepto científico a
aprehender, su nivel cognitivo de exigencia, y la edad de aprendizaje del
estudiante o, a lo peor, tan solo alumno, su capacidad. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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