domingo, 31 de mayo de 2020

‘Nueva normalidad’, en tiempo de confinamiento (y 3)

(Continuación) ¿Ve por dónde voy? ¿Se puede volver a algo nuevo? ¿No es en sí mismo un contrasentido? Lo digo porque la secuencia encierra una especie de anomalía al afirmar que se vuelve a un estado novedoso ¿cómo es esto posible?
‘Volver a la nueva normalidad’
Alguien que realmente sabe de la cosa gramatical me explica que, para deshacer el entuerto, ve un par de soluciones. Una, que supone un cambio mínimo, pasa por sustituir el verbo ‘volver’ por otros como ‘alcanzar’ o ‘llegar’, quedando, ‘alcanzar la nueva normalidad’ o ‘llegar a la nueva normalidad’.
Otra, algo más compleja, mantiene el verbo, pero implica un doble cambio. Primero sustituimos el artículo determinado “la” por el indeterminado “una”, de forma que tratamos inespecíficamente a dicha normalidad, lo que exigirá una precisión posterior. Y después la concretamos, posponiendo el adjetivo al sustantivo, con lo que adquirirá todo su valor calificativo, es decir, ‘volver a una normalidad nueva’, en el sentido de que es distinta, novedosa, no la que conocíamos.
Recordar de los tiempos bachilleres que un adjetivo antepuesto al sustantivo le confiere valor de epíteto, sin aportar información nueva, como ocurre en ‘la verde hierba’, mientras que pospuesto hace de calificativo que sí la aporta, ‘la hierba verde’, diferenciándola de la que no lo está.
¿Estamos ante un oxímoron?
No es la primera vez que el palabro viene a esta tribuna roteña, periodística y digital (‘Oximorón’ 15/12/2018). Un oxímoron es una figura lógica consistente en dos conceptos de significación opuesta, presentes en una sola expresión, que termina por generar un tercer concepto, sirvan de ejemplo: ‘instante eterno’, ‘fuerte debilidad’ o ‘mala salud de hierro’.
Un recurso que exige en buena medida que el lector tenga conocimiento previo y cierto de los conceptos contrapuestos empleados, de forma que cuanto mayor sea su certeza, mayor será la sorpresa que cause, al ser más palpable el entendimiento de su sustancia o enjundia. Visto así es cuando me surge la duda en la respuesta a si es un oxímoron o no.
Por lo que tengo leído, para algunos, no hay la menor duda de que lo es, como dijo el castizo: “la nueva normalidad es un oxímoron como la copa de un pino”. Y la verdad es que razón no le falta a poco que se piense. Lo normal no puede ser considerado como nuevo, porque algo que lo sea no ha podido alcanzar aún el nivel de normalidad que sólo da el paso del tiempo y el uso. Ya.
Pero, por lo que le dije más arriba acerca del conocimiento previo y cierto que los lectores deben tener de los conceptos contrapuestos empleados, personalmente, no lo tengo tan claro. No me parece que ‘nueva normalidad’ sea un oxímoron pues, tras escucharla en el discurso de determinadas personas públicas, ni me parece poético ni me resulta lúdico ni, por supuesto, me aporta un nuevo conocimiento.
No, no guarda sabiduría alguna esto de la ‘nueva normalidad’ o si lo hace, es demasiado difusa y confusa, de aquí quizás su utilización como artero artilugio político. Hablar, hablar y no parar de hablar, sin decir nada. Como decía mi abuela María: “Hay que ver lo que habla ese señor, pero ¿qué ha dicho?”.

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