viernes, 6 de septiembre de 2019

“Números redondos” (y 2)

(Continuación) Cambiando de tercio, y perteneciente ahora a esa parte de las matemáticas que conocemos como geometría, el término “redondo”, según los diccionarios, tiene indistintamente (4) las acepciones de circunferencia, círculo y esfera, aunque en puridad exacta no son lo mismo, razón por la que no las debemos confundir. Es una cuestión de dimensiones y ya hemos escrito algo al respecto, por lo que lo dejo aquí.
En cualquier caso, y aunque sea hablando de forma coloquial, su sinonimia no es correcta por lo que no debemos decir frases como: “He dado con la bicicleta una vuelta redonda a la plaza”, “He comprado una mesa redonda para la cocina, a fin de ahorrar espacio” o “La Tierra es redonda”.
Y es que ni la vuelta, ni la mesa, ni la Tierra son redondas, no, aunque todos sepamos lo que queremos decir. Ya de la que va, el coso de una plaza de toros, el redondel, no es redondo a pesar de llamarse así.
“Redondo” y lenguaje coloquial
En el último de los campos de conocimiento que les citaba, el de la ciencia popular, aunque no por ello menos importante pues les supongo al tanto de la bíblica sentencia según la cual “Los últimos serán los primeros…” (Mateo 19, 23-30), en este terreno les decía, por “redondo” se entiende aquello que está bien hecho, sin fallos. De forma que decir que me salió el “examen redondo”, mero oportunismo escolar septembrino, es sinónimo de haberlo superado con creces.
Y dentro de sus locuciones, los diccionarios académicos y de uso, recogen entre otras la de ‘en redondo’ que significa “claramente”, “categóricamente” o “rotundamente”, de ahí que seguramente les suene ‘negarse en redondo’, como sinónimo de “negarse rotundamente”.
Claro que, independiente del género y número gramatical en los que esté, y de una manera informal, “redondo”, tiene otro significado que hoy me interesa reseñarles y que puede ir vinculado como adjetivo con el sustantivo “número”, con lo que enlazo con el iniciático titular.
Número, entendido desde el punto de vista de la ciencia y en general, como una abstracción que representa una cantidad o una magnitud y, en matemáticas en particular, como la representación de: una cantidad métrica, un elemento de un sistema numérico o un número ordinal que fija una posición dentro de una serie determinada.
Pero a lo que vamos. De manera coloquial se entiende por “número redondo” a todo aquel entero que termina en uno o más ceros (0) o, dicho en otras palabras y de forma más aritmética, un múltiplo de cualquier potencia de diez (10), es decir 20, 80, 270 o 1500 por citar algunos.
Claro que esto fue al principio, porque también se consideran como números redondos aquellos enteros que acaban en cinco (5) o, dicho al aritmético modo, un múltiplo de cualquier potencia de cinco (5), es decir 35, 95, 375 o 1605 por citar algunos otros.
Dicho así y asociado a la “redondez numérica”, los múltiplos de cinco resultan más prácticos a la hora de definirla, que los de diez ya que siempre y solo devuelven números cuyas cifras de unidades posibles son el cero (0) o el cinco (5).  (Continuará).
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.



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