miércoles, 25 de septiembre de 2019

Otoño 2019. Inicio astronómico (y 3)

(Continuación) Aunque no disponga de ningún telescopio es posible observar a simple vista el fenómeno de las lluvias de meteoros, que a lo largo de esta estación se producirán de forma ocasional. La primera importante del otoño es la de las Dracónidas, cuyo máximo se da hacia el 8 de octubre. Otra lluvia de meteoros popular en otoño son las Leónidas, que se da alrededor del 17 de noviembre, si bien la más intensa suele ser la de las Gemínidas, cuyo máximo ritmo se da alrededor del 14 de diciembre.
En lo que respecta a esas agrupaciones ficticias de estrellas que conocemos como constelaciones, sólo decir que Andrómeda y Pegaso centran la atención de los cielos otoñales, y que ahora es el mejor momento para observar la Galaxia de Andrómeda (M31) en toda su majestuosidad.
El triángulo de verano, formado por Deneb en el Cisne, Vega en Lira y Altair en Águila, seguirá siendo visible durante la primera parte de estas noches, aunque gradualmente a menor altura sobre el horizonte oeste. Por el este veremos surgir la constelación de Tauro y más tarde el cazador Orión, que alcanzará su máximo esplendor durante las noches de invierno. Y alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche Cisne, Casiopea, Osa Menor y Jirafa.
También, cuando la noche sea más oscura por haber luna nueva, se puede intentar ver nebulosas de emisión como el complejo de nebulosas de Orión (Messier 42 y 43), el grupo de las estrellas Pléyades y el resto de supernova conocido como la nebulosa del Cangrejo (Messier 1). Y con prismáticos podremos ver las lunas más brillantes de Júpiter y recorrer la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
Actividad solar
Como bien saben la actividad de nuestra estrella se caracteriza por la presencia en su superficie de manchas, fulguraciones y protuberancias que en la Tierra suelen producir alteraciones en la propagación de las ondas de radio y una mayor presencia de auroras polares.
Se trata de una actividad que sigue un periodo de aproximadamente once (11) años y que está asociada al ciclo magnético del Sol. En la actualidad nos encontramos en el ciclo solar número veinticuatro (24), que se inició en diciembre de 2008 y alcanzó su máximo durante la primavera del año 2014.
Según las estimaciones realizadas por NOAA y Space Weather Prediction Center, durante el otoño el número de manchas solares seguirá decreciendo hasta alcanzar valores comprendidos entre 0 y 15. Gráficas con el número de manchas solares en los últimos años y predicciones de la evolución del ciclo veinticuatro (24) pueden encontrarse aquí, http://www.swpc.noaa.gov/products/solar-cycle-progression.
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