(Continuación) Una afición que no nos
debe extrañar ya que, en esa segunda mitad del siglo XVIII, estaba bien visto
socialmente que las mujeres mostraran interés por la astronomía como
disciplina científica, fomentándose incluso su enseñanza. Y entre ellas estaba
Ellen, de quien sabemos se llegó a desplazar a Chicago con poco más de veinte
años, para ver imágenes del cometa y las manchas solares a través del telescopio.
Todo hace pensar que tras esta visita se
le ocurrió preparar una conferencia, para la que pensó construirse un original
soporte didáctico visual. Y así como durante siglos, muchas mujeres que en el
mundo han sido, utilizaron las agujas para confeccionar vestidos, zurcir
desperfectos o realizar auténticas obras de arte del bordado por mero placer, a
Ellen le pareció igual de conveniente hacerlo con otro fin. Ni más ni menos se le ocurrió emplear
parte de su tiempo, que ya se imagina no era mucho dada su enorme familia, y de
su habilidad cosedora y bordadora, en fabricar a mano un edredón con el sistema
solar bordado a fin de utilizarlo a modo de mapa celeste o infografía
astronómica en las sesiones docentes que daba sobre astronomía en diferentes
localidades estadounidenses.
Es el Solar System Quilt o edredón del sistema solar, un trabajo notable por el que ha pasado a la posteridad. Prueba de lo que les digo es el hecho de que, probablemente, sea ella la mujer que apareció mencionada en los periódicos locales de Iowa durante el invierno de 1883-1884, y que cita el New York Times del 22 de septiembre de 1883, en estos términos: “Sra. M. Baker, de Lone Tree, acaba de terminar una colcha de seda que lleva siete años elaborando. Tiene el sistema solar trabajado en forma completa y precisa…”. Ellen Harding Baker falleció el 30 de marzo de 1886, con tan solo 39 años, a causa de una tuberculosis, y su edredón se conserva en el Instituto Smithsoniano si bien en la actualidad y desde 2018 no se expone al público.
Es el Solar System Quilt o edredón del sistema solar, un trabajo notable por el que ha pasado a la posteridad. Prueba de lo que les digo es el hecho de que, probablemente, sea ella la mujer que apareció mencionada en los periódicos locales de Iowa durante el invierno de 1883-1884, y que cita el New York Times del 22 de septiembre de 1883, en estos términos: “Sra. M. Baker, de Lone Tree, acaba de terminar una colcha de seda que lleva siete años elaborando. Tiene el sistema solar trabajado en forma completa y precisa…”. Ellen Harding Baker falleció el 30 de marzo de 1886, con tan solo 39 años, a causa de una tuberculosis, y su edredón se conserva en el Instituto Smithsoniano si bien en la actualidad y desde 2018 no se expone al público.
Con A de
Astrónomas: Maria Mitchell
Les daba más arriba la fecha del
fallecimiento de la Baker para documentar su breve y fructífera vida, y ahora
recurro a la de su nacimiento porque resulta que el 1 de octubre de 1847, en la
que nació Ellen, otra astrónoma, la estadounidense Maria
Mitchell (1818-1889) descubría el cometa denominado entonces 1847
VI y ahora, según la moderna designación C/1847 T1, pero conocido por todos
como el Cometa Mitchell, en su honor claro.
Prima lejana del polímata estadounidense
Benjamin Franklin (1706-1790), fue la primera profesora de astronomía en
Estados Unidos, la primera mujer en ser admitida en la Academia Estadounidense
de las Artes y las Ciencias, y la tercera en descubrir un cometa. En esta tarea
se le adelantaron Caroline Herschel y María Winckelmann. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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