(Continuación) Un síndrome que, si bien no está universalmente reconocido en los manuales de diagnóstico psiquiátrico, sí ha sido observado y estudiado por parte de profesionales de la salud mental, entre ellos el citado doctor Yair Bar-El y su equipo, a quienes debemos muchos de los síntomas asociados.
Síntomas más comunes (del síndrome de
Jerusalén)
Aunque la causa exacta
del síndrome es aún desconocida, se piensa en una confluencia de factores, y
sabemos que este trastorno disociativo histérico puede afectar tanto a personas
de cualquier denominación religiosa como a aquellas sin ningún tipo de
filiación, con el tiempo se han elaborado unos criterios a fin de poderlo identificar
a partir de los síntomas más frecuentes.
Entre todos ellos se han categorizado siete: a) ansiedad, nerviosismo, tensión o agitación; b) deseo irrefrenable por recorrer la ciudad en solitario; c) cambio de ropa por prendas blancas, normalmente sábanas que usan como togas; d) obsesión con la higiene (ducharse, asearse) motivada por una necesidad de “pureza”; e) deseos de gritar y cantar versos bíblicos, himnos religiosos o salmos, o pronunciar “fervientes” sermones públicos; f) efectuar procesiones hacia lugares sagrados dentro de la ciudad.
Tipología de pacientes. Grupo I
Estos profesionales de
la psiquiatría, al denominar el síndrome de Jerusalén como una entidad propia, también
han realizado una clasificación de los pacientes en tres grandes tipos o grupos.
Grupo I. Constituido por pacientes
con un diagnóstico de psicosis previo a su viaje a Israel, un
desplazamiento patológico que persigue una idea delirante, la de ir a Jerusalén;
un grupo en el que distinguen hasta cuatro subgrupos.
1) Pacientes que se identifican con personajes bíblicos, ya sabe, los judíos con los del Antiguo Testamento, y los cristianos con los del Nuevo Testamento. 2) Individuos muy identificados con una idea delirante de tipo religioso o político, y que llegan a Jerusalén para actuar de acuerdo con ella.
3) Personas con ideas “mágicas”
sobre la salud y la enfermedad que creen poder encontrar la curación en la
Ciudad Santa. 4) Gente normal con problemas familiares pero que acaban en una
crisis psicótica en Jerusalén.
Tipología de pacientes. Grupos II y III
Grupo II. Lo forman pacientes que
no presentan un diagnóstico de tipo psicótico, pero sí una fragilidad
psíquica. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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