jueves, 8 de septiembre de 2022

Ciencia y Tauromaquia: Otero, Velarde y el guarismo de ‘Islero’ (y 4)

(Continuación) Como seguro habrá caído en la cuenta, viendo la fecha de la normativa de más arriba, el “9” fue el primer guarismo que se vio grabado a fuego en el brazuelo derecho de una res brava. De cualquiera de ellas que nacieron en la paridera comprendida entre el 1 julio de 1968 y el 30 de junio de 1969.

No, “Islero” no portaba ningún guarismo cuando, en la tarde del 28 de agosto de 1947, cogió en la plaza de Linares a Manuel Rodríguez ‘Manolete’. Y hecha la aclaración aritmética-taurómaca del inexistente guarismo del miura, avancemos en el tiempo y volvamos al campo de la física nuclear, aunque permaneciendo dentro de la década de los sesenta y sin abandonar del todo el mundo taurino.

Guillermo Velarde Pinacho (1928-2018)

Es naturalmente nuestro segundo hombre nuclear y estamos en 1963 y la etapa de inicio del Proyecto nuclear ‘Islero’, cuando Otero de Navascués recurrió a otro militar, el por entonces comandante y científico Velarde Pinacho, que se encontraba en EE. UU. trabajando en el estudio de un reactor de agua pesada (D2O), que la JEN confiaba poder instalar algún día en España.

Un Velarde que, por su exclusiva y especializada formación en energía nuclear, fue encargado de la dirección técnica del citado proyecto, destinado al desarrollo y construcción de una central nuclear (construcción del reactor, elementos combustibles y planta de extracción) y de una bomba nuclear (en realidad la creación de nuestro propio arsenal nuclear).

Una muy compleja misión científico-técnica, objetivamente vista, que él mismo vio tan delicada y peliaguda como para bautizarla, subjetivamente, con el nombre del miura que, años antes, había matado a Manolete. No le digo más. En sus propias palabras: “Presentía que terminaría matándome a disgustos”.

Por suerte el castizo presentimiento no se cumplió, pero la misión era de las de armas tomar y el reto, sin duda, se las traía. Volveremos sobre éste y su principal artífice, pero por doy por cerrado el paréntesis abierto para científicos y astado.

Diciembre de 1964

Como ya le conté el proyecto, por motivos varios, estuvo más de un año durmiendo dentro de un cajón, como quien dice en el limbo nuclear de lo no realizable, y es que se tuvieron en cuenta las objeciones económicas que expuso el ministro López Bravo, más realista en los cálculos que Velarde. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


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