miércoles, 7 de septiembre de 2022

Ciencia y Tauromaquia: Otero, Velarde y el guarismo de ‘Islero’ (3)

(Continuación) Sí sabemos en cambio que el morlaco masó cuatrocientos noventa y cinco kilogramos (495 kg), llevaba marcado en el lomo o costillar el número identificativo 21, era de color negro entrepelado con tintes cárdenos, bragado, de pitones astigordos y fue el quinto toro de la corrida.

Y, a lo que vamos, la razón de no portar el guarismo es meramente legal y temporal. Hasta diciembre de 1968 no se legisló por decreto que constara impreso en la piel del cuadrúpedo el último dígito de su año de nacimiento, me refiero al año ganadero, el que aplican en el campo los criadores de bravo.

Una medida de tiempo que no siempre se corresponde con la del año calendario gregoriano, usado por casi todo el resto de la humanidad en la actualidad, y que no es que sean diferentes, no hay ningún tipo de conflicto temporal insalvable entre ellos, pero, stricto sensu, tampoco podemos decir que sean iguales. Me explico.

Años ganadero y calendario

Entre el año del calendario oficial establecido en 1582 por el papa Gregorio XIII, cuatrocientos cuarenta (440) años lo contemplan, y el año ganadero usado para clasificar por edad a las reses bravas, solo existe una variante menor que aparece detallada de manera concisa y precisa en la orden de 11 de diciembre de 1968:

‘A estos efectos (determinar el guarismo a grabar en la paletilla del bóvido) se estima como año ganadero el comprendido entre el 30 de junio y el 1 de julio del año en que termina la paridera, entendiendo que ésta comienza en otoño y termina en la primavera siguiente’.

Es decir, que en general, el número a aplicar en la paletilla será la última cifra del año en el que finaliza la paridera y, aunque ya lo hemos enrocado, vayan un par de ejemplos aclaratorios, uno actualizado y otro pretérito.

Guarismos del “3” y del “9”

Según el texto de dicha disposición ministerial, los animales nacidos a partir de este 1 de julio de 2022 y no más tarde del 30 de junio de 2023, al ser herrados, tendrán que portar sobre el codillo el guarismo del “3”, ya que habrán nacido en el año ganadero de 2023.

De esta forma, cuando sean lidiados en 2027 o 2028, cualquier aficionado podrá comprobar su incontestable condición de cuatreño o cinqueño, un requisito temporal de cumplimiento ineludible en la actualidad, pero que no fue siempre así, ni mucho menos. Los tiempos, como las ciencias, adelantan que es una barbaridad. "Don Sebastián", dixit. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


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