miércoles, 21 de septiembre de 2022

‘Annus mirabilis’. 'Anni mirabiles'

(Continuación) Quien en un discurso se refirió a 1992, y por razones que no hacen al caso, como su particular ‘annus horribilis’ y de quien, le supongo al tanto, en este año del Señor de 2022, treinta años después, lamentamos su muerte tras una longeva vida y reinado.   

Así que en cuestión de fechas de acuñación, vuelvo a 1870, es bastante más moderna que su antónima, aunque en puridad hay que destacar que ésta no empezó a aparecer en textos españoles, hasta principios del siglo XX. Así que ahí, ahí, andan en cuestión de uso popular.

Annus mirabilis, 1666. Numerología

A propósito de las credulidades y supersticiones de 1666, me vienen a la cabeza dos relacionadas con la pseudociencia de la numerología: una, la coincidencia de la cifra del año con el apocalíptico 666, ya sabe el número de la Bestia.

Y otra, la casualidad de que dicho año, escrito en numeración romana MDCLXVI, contenga las siete letras que forman dicho sistema, estén colocadas en orden decreciente de valor y no se repita ninguna.

Ya, lo sé, las dos son dos tontunas, sin embargo, y vaya usted a saber por qué, para algunos exégetas de la cosa ésta, eran claros y preclaros indicadores e indicativos de que el fin del mundo era inminente ¿?

En fin, a lo mejor ni usted ni un servidor lo sabemos, pero bien pudiera resultar que el mundo se hubiera acabado, y varias veces además, y nosotros sin enterarnos. Estas cosas pasan. Ya, lo sé, ‘la estupidez insiste siempre’ (Camus).

Anni mirabiles

Es el plural de la expresión del titular, traducible por “años milagrosos” o “años maravillosos”, y la traigo a colación porque, como seguro no ignora, a lo largo de la historia la susodicha ha sido utilizada en más de una ocasión.

Sea para recordar distintos y destacados sucedidos, de otros tantos años y en diferentes parcelas de la actividad humana: historia, política, literatura, guerra, deporte, cine o ciencia. O sea, que tenemos plancha.

Y como a veces le suelo decir, sin ánimo de ser exhaustivo, intención de agotar el tema ni propósito de ser excluyente, estos son algunos de esos años asombrosos, expuestos en orden cronológico. Empezando por nuestro multifacético 1492, qué decirle de él, quinientos treinta años lo contemplan.

Seguido de 1543, el año de inicio de la revolución científica. Y por supuesto de 1666, ahora con el significado que le dieron las aportaciones del gran Isaac Newton, sin duda el hombre más influyente de la historia. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


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