[Esta entrada apareció publicada el 24 de junio de 2022, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
Las patrias, asfixiantes y persistentes temperaturas de la semana pasada me han ofrecido, casi hecha, esta columna de hoy: ¿en qué consiste este fenómeno meteorológico? Para empezar, vaya por delante que no existe una definición precisa, lo que no significa que no se pueda describir. Básicamente se trata de una serie de episodios de temperaturas anormalmente altas, que se mantienen durante varios días, afectando a una zona importante de la geografía y con consecuencias sanitarias sobre la población. Ya, pero hablar de ciencia es hablar de medida, ya sabe.
¿Qué valor han de tener las temperaturas para poder considerarse ola de calor? Pues depende de la región geográfica y la época del año, pero deberá alcanzar y rebasar claramente las medias registradas, por ejemplo, 37 ºC en Burgos bien puede ser uno de los requisitos para hablar de ola de calor, mientras que los mismos en Sevilla son del todo insuficientes.
La Agencia Estatal de
Meteorología (AEMET) lo fija a partir de que, al menos el 10% de las
estaciones meteorológicas consideradas, registren temperaturas por encima del
95% de su serie de máximas diarias de julio y agosto, en el periodo 1971-2000.
¿Durante cuántos días tienen que mantenerse? No vale un solo día, aunque durante el mismo se alcancen más de 40 ºC, no. La razón de esta insuficiencia se basa en que en solo 24 h el cuerpo apenas nota los efectos del calor, si somos prudentes y evitamos hacer grandes esfuerzos. Otra cosa es si el episodio dura al menos tres (3) días consecutivos o si dos olas de calor están separadas por tan solo un día con lo que se consideran una única ola. Ese es el tiempo que AEMET asocia al fenómeno, causante de que viviendas y calles se calienten y tengamos que descansar a una temperatura elevada, llegando incluso a producir en el organismo un estrés térmico.
¿Qué superficie se
debe ver afectada? Desde el punto de vista geográfico no puede ser
localista, así que ni una localidad ni una capital ni siquiera una provincia es
suficiente, al menos debe afectar a un número significativo de provincias. Por
otro lado, desde el punto de vista científico, ha de abarcar siquiera al 10 %
de las estaciones meteorológicas analizadas.
¿Cuáles son esas consecuencias sanitarias? Lo centraremos en el de sufrir un caso particular de hipertermia, aumento de la temperatura por encima del valor hipotalámico normal, conocida como golpe de calor que, desde el punto de vista médico sucede cuando la temperatura corporal se eleva por encima de los límites normales, es decir de los 37,5 ºC, y alcanza los 40 °C ¡Ufff!! (Hace falta valor, hace falta valor, / ven a la escuela de calor)
[*] Introduzcan en [Buscar
en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si
desean ampliar información sobre ellas.
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