(Continuación) No se puede decir más con menos ni se puede hacer de una forma más bella. Así que na más que decir, salvo que estamos ante toda una joya literaria.
Triple negación: Literatura
Una maravillosa figura literaria que conforman estas tres
palabras, formadas por tres vocales -o, vocal cerrada; i, vocal
abierta; y a, la más abierta- y una única consonante por triplicado, la n
con la que empiezan, de modo que estamos ante una anáfora.
Una figura retórica de construcción consistente en la
repetición de una o varias palabras al principio de una serie de versos u
oraciones. Es auténtica poesía en movimiento al producirse aliteración de la
“n”, partir de la vocal más cerrada hasta la más abierta, y poderse construir
con ellas infinidad de frases.
Si usted lector tiene ya una edad, quizás las recuerde de los tiempos escolares, pero, por si no es así, le ofrezco una que siempre me ha gustado: ‘Temprano levantó la muerte el vuelo, / temprano madrugó la madrugada, / temprano estás rodando por el suelo. / No perdono a la muerte enamorada, / no perdono a la vida desatenta, / no perdono a la tierra ni a la nada’.
Fueron escritos por el oriolano Miguel Hernández
(1910-1942) y estos bellísimos versos pertenecen al poema Elegía (A
Ramón Sijé), incluido en su libro El rayo que no cesa (1936). De lo
más recomendable.
La mayor
afirmación del andaluz
Es en lo que se convierten las tres negaciones juntas, con un rotundo significado
de “claro que sí” o “faltaría más”. Toda una maravilla lingüística, un recurso
retórico de primera categoría que no es más que un botón de muestra del
vanguardismo del andaluz,
entendido éste como conjunto de hablas en permanente evolución.
Las mismas hablas que son centro de atención de no pocos lingüistas europeos y americanos, por lo que merecen ser defendidas fonética, gráfica y semánticamente. Y en realidad, todo lo contrario de lo que ocurre pues el andaluz, pese a su gran valor, sigue siendo un recurso de burla individual, un instrumento de desprestigio colectivo.
El recurrente ejercicio de
ataque y menosprecio social, artístico, profesional o político y que no es de
ahora, no. Le recuerdo que la primera gramática, la primera de una lengua
europea moderna, la Gramática castellana publicada en 1492 -quinientos
treinta años la contemplan, ¡ay! es na- por Antonio de Nebrija (1444-1522), recibió sus primeras críticas por el mero
hecho de haber surgido en Sevilla.
Y así hasta nuestros días
y en todos los ámbitos, no le digo más. Bueno, sí. Ningún idioma tiene una
evolución uniforme y no hay una variedad mejor o peor que otra, sino una
dominante. Al decir del arquitecto alemán, cuando ‘menos es más’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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