(Continuación) De manera simple el funcionamiento del nocturlabio se basa en el hecho de que las estrellas parecen girar alrededor de la estrella polar, ya me entiende, “pensando como Copérnico, pero hablando como Tolomeo”. Perdone el populismo, continuo con la canción.
El límite
Y abriendo la lista de temas de la cara A que
conforman el LP de La Frontera (1989) se encuentra El Límite (4:35), un
rock algo largo para los tiempos que corren, moderado en cuanto a forma y
velocidad y, quizás, el más popular de toda su producción.
Caracterizado por el golpeo seco y constante de la
batería, va acompañado de una línea vocal limpia que accede a un estribillo que
con el tiempo se hizo legendario:
‘En el límite del bien (el límite del bien)
En el límite del mal (el límite del mal)
Te esperaré / En el límite del bien y del mal’.
Pues bien, hoy le quiero hablar del segundo límite, el del mal. Porque durante siglos, el hombre se ha debatido entre la bondad y la maldad, en un mundo moralmente bipolar en el que parecía que los límites de cada uno estaban claros, bien claros. O eso parecía.
Los límites del mal: Religión
O al menos se pensaba desde diferentes campos del
saber humano, por ejemplo, desde la religión, o sea desde la imaginación
de la fe. Si para los dioses griegos, la moral y la ética se hacían más o menos
flexibles, según sus personales intereses, para el catolicismo, en su
predicamento, solo existía el blanco o el negro, no había margen para la
incertidumbre.
Así, y según reza la Biblia, fue tentada Eva
por la serpiente, Caín se convirtió en el primer malo sobre la faz de la
Tierra o, siglos después, San Juan narraba
en el Apocalipsis la llegada del monstruo de siete cabezas que se
encarnaría en un niño, como el anticristo. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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