(Continuación) No en vano, de conseguirlo, España entraría en uno de los clubs más exclusivos y elitistas del mundo, el de las naciones con poder nuclear. Como hoy en día, un estatus importante, no lo dude.
El sueño de los justos, 1964
El caso es que, a finales
de 1964, Velarde tenía ya el informe preparado y sus cinco
únicas copias entregadas entre otros a Franco, Muñoz Grandes y López Bravo. Según
el mismo, el proyecto se podía hacer, costaría mucho esfuerzo y dinero pero era
factible, esa era la conclusión. Mas sabido es que entre el dicho y el hecho hay
un buen trecho, un trecho que a veces resulta ser de muy mal camino.
Y tan malo era en este
caso que, ya que va de símil taurino, el proyecto fue “devuelto a los corrales”,
como se hace con el toro que resulta manifiestamente inútil para la lidia, por
la razón que fuera o fuese, eso sí, antes del segundo tercio, el de
banderillas.
Quiero decir que, tras la entrega a los organismos pertinentes de dicho informe, no hubo la menor reacción por parte de estos, y el proyecto quedó en el limbo de los despachos durante más de un año.
Acerca de las bombas nucleares de fisión
Aunque no es poco lo
enrocado sobre la energía nuclear,
bien sea en la versión bélica de arma o en la pacífica de central e
instrumental vario, apuntaremos aquí a modo de prontuario una revisión
bachillera sobre las primeras.
De alguna forma, el
principio básico de una bomba nuclear es simple. Sabemos que determinadas
sustancias pueden experimentar en los núcleos de sus átomos unas
transformaciones denominadas reacciones nucleares que les hacen dividirse (fisión nuclear),
transmutándose en otros átomos y liberando una ingente cantidad de energía, no conocida hasta ese momento por el hombre.
Además, estas reacciones nucleares tienen la peculiaridad de que, una vez iniciadas, pueden continuar solas, es lo que se conoce como mecanismo de reacción en cadena, aunque para que eso suceda es necesario partir de una cantidad de sustancia inicial mínima, llamada masa crítica, por debajo de la cual la reacción no se produce. Una cantidad que es distinta para cada sustancia.
Hasta dos bombas de fisión nuclear
En el Proyecto Manhattan se empezó trabajando con dos isótopos radiactivos diferentes a la vez, el plutonio-239 (Pu-239) y el uranio-235 (U-235), y el motivo no era otro que el no saber si
funcionarían o no. Aunque al final hubo suerte. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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