miércoles, 1 de junio de 2022

Ciencias y Tauromaquia. Referencias humanísticas (1)

(Continuación) Antes de proseguir por la senda de los brindis, entendidos como esos “dichos” con los que el matador de toros dedica la muerte del astado, y con su permiso, voy a hacer un cambio de tercio pues me gustaría poner negro sobre blanco un par de apuntes científicos.

Apuntes científicos: Suetonio

El primero guarda relación con el historiador y biógrafo romano Suetonio​ (70/71-126), que ya vinculamos con el posible origen de estos brindis, al dar constancia literaria en su obra Vidas de los doce césares del archiconocido latinajo, ya sabe, ‘Ave, Caesar, morituri te salutant’ o “Salve, César, los que van a morir te saludan”.

Pues bien, se trata del mismo Suetonio por el que sabemos, entre otros, de la curiosa, escatológica y pedagógica conversación mantenida entre el emperador Vespasiano y uno de sus hijos, el futuro emperador Tito (Pecunia non olet’).

Una en la que el hijo le recriminaba al padre el hecho de cobrar un impuesto al pueblo por el uso del alcantarillado público, y el padre le respondía dándole sopa con hondas. Hay algo más escrito en estos predios, por si está interesado en la historia: ¿El dinero huele?; Sin embargo, las monedas huelen; ¿Por qué la sangre huele y sabe también a hierro?. Ya sabe que hasta el rabo todo es toro y en este caso bioquímico.

Apuntes científicos: Eugenia de Montijo y la medicina

El segundo nos viene de la mano del matador “Curro Cúchares” (1818-1868), si bien la protagonista no es otra que la emperatriz consorte de los franceses como esposa de Napoleón III, la aristócrata granadina Eugenia de Montijo (1826-1920). Y la razón de su enrocado obedece en este caso, a diferentes motivos pertenecientes a diferentes campos del saber humano.

Por ejemplo, gracias a su intervención, Elizabeth Garret Anderson (1836-1917) se convertía el 28 septiembre de 1865 en la primera mujer europea en licenciarse en Medicina. Sí, ha calculado bien, hace sólo ciento cincuenta y siete (157) años.

También, bajo el impulso personal de la emperatriz, vieron la luz dos importantes proyectos, uno científico y el otro tecnológico. El primero en el campo de la química y la microbiología, de la mano del francés Louis Pasteur (1822-1859) y que acabaría en el descubrimiento de la vacuna contra la rabia (1885).

Apuntes científicos: Eugenia de Montijo y la ingeniería

El segundo en el de la ingeniería, llevado a cabo por el también francés Ferdinand de Lesseps (1850-1894) y la construcción del Canal de Suez, que une el mar Mediterráneo con el mar Rojo. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

 


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