lunes, 20 de junio de 2022

‘Científicos’, ¿desde cuándo? [CR-183]

[Esta entrada apareció publicada el 13 de mayo de 2022, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]

(Continuación) Y no lo es porque la palabra española científico apareció negro sobre blanco, casi cuatro siglos antes de que lo hiciera en inglés, ‘scientist’, formando parte de la citada ‘Introduction’ de Whewell de 1840. Se siente, pero es así, otra cosa es que pasara desapercibida durante mucho tiempo, que es lo que ocurrió. 

Hasta donde he investigado, la primera referencia se halla en el libro ‘El Laberinto de Fortuna’ o ‘Las trezientas’, del poeta español Juan de Mena, donde se hace referencia al “científico venerable señor Yñigo López”. Hay constancia de que la obra fue entregada por su autor al rey Juan II de Castilla en 1444, conservándose copias manuscritas de 1481, 1496 y 1566 entre otras. O sea.

Pero no queda la cosa ahí., unos tres siglos después, en el tomo II del ‘Diccionario de Autoridades’ de 1729, aparece el término científico definido como: “Cosa perteneciente a la ciencia. También se llama así la persona consumada en alguna, o en muchas ciencias”. La voz ‘Autoridades’ alude a las citas de autores distinguidos que ilustraban las diferentes entradas y el diccionario, publicado entre 1726 y 1739 por la Real Academia Española (RAE), fue el primero de la lengua castellana, nuestro primer repertorio lexicográfico, y fundamento del actual ‘Diccionario de la lengua española’ (DLE)

En la línea de lo que le comento, resulta revelador que los académicos que lo compusieron, ya en su momento, manifestaran su interés en profundizar, si bien en otra obra diferente, en aquellas voces que procedieran de la ciencia y de la técnica. Es lo que aparece en el ‘Prólogo’ incluido en el primer tomo publicado (1726) donde se lee: “De las voces propias pertenecientes a Artes liberales y mecánicas ha discurrido la Academia hacer un Diccionario separado”. O sea que.

Sin embargo, esta obra nunca se llevó a cabo y la causa no fue otra que la aparición del ‘Diccionario castellano’ con las voces de “Ciencias y Artes” que preparó el jesuita vasco Esteban de Terreros y Pando, publicado póstumamente en cuatro tomos entre 1786 y 1793. 

Pero, a más más, en ese ínterin el vocablo científico vuelve a aparecer en la obra ‘Clamores inconsolables del agua, y sangría, contra la mala administración y vana esperanza de sus profesores’ de 1738, escrita por el doctor Manuel Martín del que se sabe muy poco y donde podemos leer: “Cuando el científico Doleo, afianzado en las grandes indagaciones…”. O sea que sí.

Concluyendo. No comparo las ciencias inglesa y española de esa época, no, eso sería una tontuna ridiculez, una estulticia sin razón de ser, pero sí reivindico que ‘científico’ se acuñó primero y ‘scientist’ después. A las pruebas me remito y ‘Al César lo que es del César …’

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

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