(Continuación) Para estas preguntas las respuestas hay que buscarlas en el mero terreno de lo especulativo, aunque se pueda afirmar con cierta certidumbre que Beth Harmon nunca existió, no fue una mujer real.
Sin embargo, resulta muy
complicado saber a ciencia cierta en quién está basado el personaje, si en alguien
real que el autor conoció o, en realidad, es fruto solo de su experiencia,
conocimientos ajedrecísticos y una creativa imaginación.
Por otro lado, resulta
bastante complejo averiguar si se trata de un homenaje particular a una mujer
en concreto o si es un reconocimiento colectivo a tantas mujeres inteligentes a
las que, sin importarles cuán masculinizado estuviera aquel universo, pensaban,
no solo en destacar en torneos y campeonatos que para nada estaban dirigidos y
pensados en incluirlas a ellas las mujeres, sino que soñaban con llegar a ser,
¿por qué no? campeonas del mundo. (Las diez personas más
inteligentes del mundo)
Mujeres y hombres
Como dejó dicho uno de los más insignes literatos barrocos de nuestro Siglo de Oro, “Venciste, mujer, con no dejarte vencer”.
Así qué, con todo esto y como suele ocurrir en estos
casos, es más que probable que la narración
sea una mezcla. Una íntima fusión entre ficción y realidad en la que se
entremezclan datos verdaderos, como los nombres de los ajedrecistas o sus
encuentros y anécdotas en torneos y campeonatos mundiales, con una recreación
del novelista a partir del conocimiento que tuvo, bien de la vida de una única
jugadora de ajedrez o de varias de ellas, a lo largo de distintas épocas.
En cualquier caso, fue lo que le permitió contextualizar
un pensamiento que quizás llegó a pergeñar, y al que los años venideros
confirmaron pues, los 70 y 80 del vigésimo (20.º) siglo siguieron siendo
tiempos revolucionarios para las mujeres en el ajedrez. Y es que, como
decía la feminista francesa, “el problema de la mujer siempre ha sido un
problema de hombres”.
Posibles
protagonistas reales
Aunque la mayor parte de la historia del ajedrez fue una actividad esencialmente masculina, no debemos pasar por alto que, desde la Edad Media hasta el siglo XVIII, fue también un pasatiempo de mujeres. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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