Con un lustro de
retraso, pero coincidente con dos de los que los humanos llamamos “aniversarios
redondos”, les traigo el segundo (2.º) hito urbano que la ciudad de Sevilla le
ha dedicado, en forma de pretendida conmemoración, a una de las grandes gestas
de la humanidad, me refiero a la Primera Circunnavegación de la Tierra.
Que como saben partió
de la capital hispalense el día 10 de agosto de 1519, capitaneada
por el portugués Fernando de Magallanes al mando de 5 barcos y 234
hombres, y regresó al mismo muelle el 8 de
septiembre de 1522 solo con un barco y dieciocho supervivientes. al mando del español Juan Sebastián Elcano.
Un doble aniversario
redondo les decía, porque este reconocimiento se produjo en el 2014, quinto (5.º)
contado en sentido retrógrado (de ir hacia atrás, retroceder) del tiempo a
partir de este Año del Señor de 2019, y cuadrigentésimo nonagésimo quinto (495.º)
contado desde el de la gesta marinera en 1519 es decir en el sentido avanzado
del mismo.
Y 2.º hito urbano de
la gesta ya que el 1.º, denominado Milla Cero de la Tierra, es la esfera
armilar que se levanta en la Plaza de Cuba desde septiembre de 2010 señalándonos
el punto desde el que partiera y al que llegara la heroica expedición, en el
antiguo muelle de las Mulas o las Muelas. Un monumento pues cargado de razón
de ser, significado y simbología náutica y marinera. Les hablo desde el barrio
de Los Remedios en la orilla derecha del rio Guadalquivir, la trianera de
poniente.
Pero éste otro
monumento que les enroco hoy está ubicado en la otra orilla, en la de levante,
la de Sevilla y en el mismo centro del barrio del Arenal, en concreto en
una zona peatonal habilitada en la confluencia de las calles Adriano y Gracia
Fernández Palacios.
Y de él -de su razón de ser, significado y simbología- les
confieso que no puedo decir lo mismo que del primer monumento, ya que no se me
hace entendible del todo que sea una especie de recuerdo tangible, del
indiscutible protagonismo que tuvo en su día el Puerto de Sevilla en la empresa
marítima del siglo XVI. Así que mejor se lo describo y ustedes se forman su
propia opinión.
Descripción del monumento del Compás del Baratillo
Se trata de un
monolito de mármol gris con forma de prisma cuadrangular, sustentado en un basamento
de adoquines y coronado de una cruz de cerrajería, ubicado en un espacio que han
adecuado ex profeso y que han dado en llamar Compás del Baratillo.
Empezando por la base, llama la atención que los adoquines estén colocados a diferentes
alturas, una disposición curiosa, y que tenga grabadas
letras y números sueltos en diferentes posiciones y colorido.
Ya en los rectángulos que son las cuatro caras
laterales del prisma, se ha grabado un largo texto conmemorativo
de la circunnavegación que consta de seis renglones torcidos en cada una de
ellas y que, la verdad, resulta algo engorrosa de leer. Lo es porque, quizás por
hacerle un guiño a lo de la circunnavegación al planeta, resulta que a alguien
se le ocurrió que cada línea escrita en una cara se continúe en la cara
siguiente, de modo que para leer completo el texto se necesita dar seis vueltas
al pedestal marmóreo. Algo molesto y mareante la verdad. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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