miércoles, 16 de octubre de 2019

¿Qué es el ‘Fuego de San Telmo’? Leyenda y creencia

Con dicha expresión se hace referencia a un resplandor brillante blanco-azulado, que en algunas circunstancias tiene aspecto de fuego, y que puede verse incluso en dobles o triples chorros, surgiendo de estructuras altas y puntiagudas como mástiles, vergas, pináculos y chimeneas.
Un fenómeno meteorológico conocido por el hombre desde la antigüedad, y del que podemos decir que ni se trata de un fuego, ni San Telmo tiene nada que ver con él, entonces ¿por qué se llama así? Bien, como hay que dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, empezaremos por donde se debe, por el santo, que con la iglesia hemos topado.
¿Por qué de ‘San Telmo’?
Pues porque los primeros en darse cuenta de este fenómeno fueron los marineros quienes con cierta frecuencia observaban en el mar durante la tormenta, unos fogonazos en las puntas de los mástiles de los barcos que parecían durante unos instantes estar en llamas, aunque no ardían, no se quemaban.
Y como creían que era fuego real, ante sucedido tan extraño pensaron que les había protegido su santo, San Telmo, patrono de los marineros y a quien invocaban para que les librara del peligro de naufragar. Me refiero a San Erasmo de Formia (Sanct’ Elmo) del siglo III, de quien se contaba que continuó predicando después de que un rayo abriera la tierra cerca de él, sin que le ocasionara el menor rasguño. Una leyenda o no.
Pero el caso es que, aunque el fenómeno meteorológico, fuego de San Telmo, lleva el nombre en su honor, sin embargo, con el tiempo el patronazgo se ha terminado atribuyendo a otro santo, a San Pedro González Telmo (1190-1246), un dominico español al que, vestido con su hábito y con una vela y/o un barco en cada mano, se encomendaban los marineros españoles de la conquista de América.
Creían que lo de los mástiles era un signo de su protección frente a los peligros de la tormenta. Ah, ya que va de patronazgo comentarles que, además de ser el patrón de los marinos, también es patrón de los violinistas, no me pregunten el por qué, lo ignoro. También les diré que como santo, suele ser invocado para remediar los cólicos infantiles, las enfermedades intestinales, los calambres y dolores propios de las mujeres, y contra la peste de los animales. No, no me pregunten tampoco.
Otras referencias sobre el ‘fuego de San Telmo’
A lo largo de la historia no faltan referencias históricas, literarias e incluso científicas sobre el mismo y así, empezando por el principio, ya en la Grecia antigua, la aparición de un único fuego de San Telmo era conocido como Helena o Elena, probablemente por su significado original de antorcha y traducido también como ‘brillante, deslumbrante o resplandeciente’.
En la misma asociación mitológica, cuando se producían dos llamaradas de fuego en los mástiles se las denominaba Cástor y Pólux, como los dioscuros o hijos gemelos de Zeus, también patronos de los marineros y que, según sus creencias, calmaban las tormentas a petición de estos. (Continuará)
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