Apolo 11. Breve aproximación científico-técnica (19)

(Continuación) Pero antes de que ese momento mágico pasara, un segundo hombre hollaba la Luna. Lo protagonizaba Aldrin quien, tras recibir la autorización de Houston se dispuso a descender del módulo, eso sí, no sin antes tomar una decisión respecto a la estrecha escotilla.

Momento escotilla

Resulta que al ir a salir del Eagle se dio cuenta de algo que, aparentemente, se les había pasado por alto a los ingenieros que construyeron la nave. Sencillamente la escotilla no tenía manivela por fuera, y pese a que allí no hay corrientes de aire, ya saben, se quedó buscando algo por si acaso, para colocarlo y así evitar que se cerrara dejándolos fuera ¿Imaginan que no hubieran podido regresar a la Tierra porque se hubiera cerrado la escotilla?

Así que bien pensado y una vez solucionado descendió. Habían transcurrido unos dieciséis minutos desde que lo hiciera Armstrong, quien fotografía el momento para documentarlo y le comenta “Una vista magnífica ahí afuera”, a lo que él responde con un melancólico: “Magnífica desolación”.

Es sin duda una singular y notable conversación sobre la superficie del satélite Luna, y el resto de la historia está ya, más o menos, contado. El hombre había caminado sobre la superficie de la Luna y regresado sano y salvo a casa. El reto estaba superado, pero la carrera espacial y el desarrollo científico y tecnológico continuaba.

10.- APOLO 11, DESCUBRIMIENTOS E INVENTOS

Les he escrito que tanto los experimentos científicos, como los instrumentos que fueron instalados en la superficie lunar por los dos astronautas podrían ser catalogados como secundarios, y esa es una afirmación sobre la que existe bastante consenso.

Descubrimientos lunares

Como también lo hay acerca de la capacidad experimental de algunos de esos instrumentos, en concreto el sismómetro PSEP (Passive Seismic Experiment) y el retrorreflector láser LRRR (Laser Ranging Retro Reflector).

No olvidemos que gracias a ellos se han podido captar miles de terremotos lunares (en conjunción con otros sismómetros colocados en posteriores misiones). Así como medir con precisión la distancia Tierra-Luna, al reflejar los rayos láser emitidos desde la Tierra, y cuyos valores nos permiten afirmar que aquella se aleja lentamente de nosotros. 

Sin contar que también hemos aprendido bastante sobre algunas de sus características. Por ejemplo, sobre su origen, próximo a la hipótesis de que un planeta de tamaño similar a Marte se estrelló contra la Tierra, desprendiendo fragmentos que eventualmente la conformaron. (Continuará)

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