(Continuación) Pero para
los astronautas no había acabado todo, les quedaba aún la cuarentena, ya
saben. El aislamiento de personas o animales que se lleva a cabo durante un
período de tiempo -no tiene por qué ser de cuarenta (40) días, aunque así lo
indique la etimología del término, originado a partir de la expresión italiana quaranta
giorni-, a fin de eliminar o limitar el riesgo de propagación de una
enfermedad contagiosa. Conocida o no.
Cuarentena espacial
Un proceso inevitable en
el caso que nos trae dadas las circunstancias pues, aunque con una muy remota probabilidad,
siempre existía la posibilidad de que trajeran algún germen desconocido de la Luna,
que portaran patógenos procedentes del satélite. Precaución.
De ahí que los astronautas
salieran de la nave con trajes de protección, fueron desinfectados por el equipo
de rescate que iba provisto de trajes especiales anti biológicos, y entraran en
cuarentena (en realidad fueron solo de veintiún (21) días) ante los posibles
gérmenes lunares.
Que afortunadamente no
fue el caso, pero en aquella época no se sabía. De hecho, la tripulación del Apolo
12, sexta misión tripulada del programa Apolo, segunda que alunizó, y que
fue lanzada en noviembre del mismo año llevando a bordo a Charles Conrad,
Alan Bean y Richard Gordon, tuvo que pasar también la cuarentena.
9.- APOLO 11 Y LAS COMUNICACIONES, 16-24 DE JULIO DE 1969
A fin de posibilitar
la comunicación entre los astronautas y el Control de la Misión en la Tierra,
la NASA creó un sistema específico conocido como MSFN (acrónimo
de Manned Space Flight Network y que podemos traducir por ‘Red de vuelos
espaciales tripulados’).
Extendido por todo el
planeta constaba, entre otros componentes, de: once (11) estaciones de tierra,
cinco (5) barcos, ocho (8) aviones, numerosas antenas y tres (3) super antenas
idénticas sin las que todo lo demás no habría tenido sentido.
Ellas eran las encargadas
de mantener en todo momento las comunicaciones con los astronautas y para ello la
NASA dividió la Tierra en tres porciones desde los que observar el
primer viaje humano destinado a hollar nuestro satélite. Separadas unos 120º en
longitud para garantizar un enlace constante con la Luna estaban
instaladas en las estaciones de: Goldstone (California, Estados Unidos),
Robledo de Chavela y Fresnedillas de la Oliva (Madrid, España) y Honeysuckle Creek (Canberra, Australia), de modo que
dependiendo de la posición orbital entraba en contacto con una, otra o estotra.
(Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog]
las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información
sobre ellas.
1 comentario :
Pero, ¿de verdad llegamos a la Luna?
Publicar un comentario