lunes, 15 de septiembre de 2025

Una historia del benceno: Los sueños de Kekulé. Berlin

(Continuación). Y hasta aquí la leyenda internacional, entre inglesa y belga, porque unos años después la historia, más o menos documentada, se nos hace alemana y de esa ya adelantamos algo.

En Berlín, durante el "Benzolfest"

El resto es historia, en parte ya enrocada le decía, y transcurre en el congreso berlinés que en su honor se celebró en 1890, el ‘Benzolfest’, con motivo del vigésimo quinto (25.º) aniversario de su descubrimiento de la estructura bencénica.

Es allí donde, en la conferencia que impartió, el químico soñador narra su historia y sentencia ante sus colegas: “Aprendamos a soñar, caballeros. Entonces tal vez averigüemos la verdad. Pero cuidémonos de publicar nuestros sueños hasta que hayan sido probados por el entendimiento despierto”.

Incuestionable e indiscutible verdad en el fondo, si bien habría que ser cuidadoso en lo que respecta a la forma, lo digo, claro, por lo de los sueños: ¿Cuál es la verdad de la mentira? ¿Cuál la mentira de la verdad?

¿Soñó en realidad el químico con un uróboros? ¿O solo quería entretener a los asistentes a su charla? ¿Fue una invención para hacer algo más espectacular su ya epatante descubrimiento? ¿Quizás pretendía opacar la contribución de otros colegas? ¿O acaso, ...?

Otros eventos conmemorativos

Fuera el santo que fuere, el caso es que tanto el descubrimiento del químico como el evento berlinés en su honor fueron tan importantes en el mundo científico que la American Chemical Society, ACS, lo ha conmemorado en diferentes ocasiones organizando simposios en su honor.

Por ejemplo, el ‘Kekulé Centennial’ 1965, cien años después -copatrocinado por sus divisiones de Historia de la Química, Química Orgánica y Educación Química- y dedicado a discutir aspectos científicos, políticos y psicológicos de Kekulé y la, entonces temprana, química aromática.

Y tan solo poco más de una docena de años después se sintetizaba el kekuleno (1978), un hidrocarburo aromático policíclico de fórmula molecular C48H24, llamado así en honor al químico descubridor de la estructura de la molécula de benceno, C6H6, y la similitud estructural entre ambos anillos.

Un compuesto cuya aromaticidad la ACS volvió a retomar en un número de su revista de 2020, centrándose en las investigaciones realizadas sobre la estructura electrónica de sus orbitales más externos; se empleó la técnica de espectroscopia de fotoemisión con resolución angular, ARPES, por sus siglas en inglés. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


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