(Continuación) Y con las primeras ordenanzas de los estatutos contemplados en su Constitución, conseguida durante la presidencia de Muñoz Peralta, viene su definitivo nombre eso sí, previo paso por un transitorio ‘Sociedad Regia Filosófica y Médica de Sevilla’. Es el que vemos en la lápida colocada en el número 19 de la sevillana y céntrica calle San Isidoro, donde tuvo su hogar el doctor, y que nos recuerda de que en ella se fundó en el año de 1700 la hoy más antigua academia de medicina del mundo, la ‘Regia Sociedad de Medicina y demás cosas de Sevilla’.
La primera con este título que hace referencia expresa y
destacada a la Medicina, sin dejar de vincular su estudio a otras áreas de
conocimiento científico. La primera academia privada de naturaleza sanitaria, también,
que ejerce sus funciones en solitario hasta que, más de treinta años después,
se funda la de Madrid, ojo al dato. Y es tal el prestigio de la sevillana que,
procedentes de todo el país, no dejan de llegarles solicitudes de ingreso por
parte de los hombres más relevantes tanto de ciencias como de letras. Ya sabe,
lo de “las dos culturas”.
A modo
de protohistoria
Son los primeros momentos de lo que podríamos considerar la protohistoria de la medicina sevillana (1693-1861), donde una Regia Sociedad con el paso del tiempo terminará por convertirse en Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla de nuestros días. Ya de la que va, resaltar un detalle cronológico propio, quizás, de orgullo de patria chica. Perdón por ello. Resulta que entre los científicos que pidieron hacerse socio estaba el boticario José Hortega y Hernández quien, en su botica de la madrileña calle de la Montera 19, sí el mismo número que la casa de nuestro doctor, formó una tertulia de cirujanos y farmacéuticos a imitación de la sevillana. Qué me dice.
Con el tiempo la tertulia se oficializó, 12
de julio de 1733, pasando a denominarse Tertulia Literaria Médica -
Chirúrgica - Pharmaceutica, la misma que terminó por convertirse en la
actual Real Academia Nacional de Medicina. Ya ve, un proceso parecido al
de Sevilla, solo que cuarenta años después; de hecho, Hortega, fue
secretario perpetuo hasta su fallecimiento de la madrileña.
Una Regia Sociedad, primera institución científica española al servicio de las ideas modernas y dinamizadora del ambiente médico, que está considerada como un punto de inflexión al representar, de un lado, la ruptura con una decadente época anterior, caracterizada por el aislamiento con el resto de Europa y el oscurantismo contra reformista.
Y del otro, el inicio de una etapa ascendente de
modernización que culminó con la Ilustración, especialmente durante el reinado
de Carlos III. Sevilla tuvo que ser.
Se acordó con buen criterio que la presidencia de la Regia
Sociedad la ostentara una personalidad médica que estuviera en la Corte, y
pudiera así influir favorablemente en el desarrollo de la entidad sevillana; en
este sentido destacar la figura del médico, botánico y farmacéutico parmesano Giuseppe Cervi (1663-1748), médico de
la reina Isabel de Farnesio que logró privilegios y ventajas para la misma.
(Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue publicado el 02
de junio de 2025, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.
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